América Latina generará empleo a un ritmo modesto en los próximos años y el horizonte laboral seguirá siendo particularmente duro para los más jóvenes, reveló hoy un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El tímido repunte esperado por el organismo se debe a una mejora en las perspectivas económicas de la región, en gran parte por un entorno internacional más benigno. Uno de los problemas de fondo es el rezago en la productividad laboral.
En su reporte sobre las tendencias laborales a nivel global para este año, la OIT dijo que el ritmo anual de crecimiento del empleo en América Latina y el Caribe se moderará sutilmente en el 2014 a un 1,7% desde el 1,8% del año pasado.
“Pese a la esperada recuperación en el crecimiento, el empleo se expandirá de forma más moderada en 2014 y hacia adelante, lo que permitirá un gradual declive en el desempleo hasta el final del periodo que incluyen las proyecciones, en el 2018”, reveló el informe.
El reporte infirió como dato positivo que la cifra de empleo informal está en descenso, aunque aún afecte a casi uno de dos trabajadores.
“La productividad laboral necesita aumentar al menos en un 140% para reducir por la mitad los niveles de informalidad. Esto podría tomar al menos tres décadas”, dijo la OIT.
La tasa de desempleo regional se mantendría hasta el 2016 en un 6,5%, para después bajar al 6,4%, según la OIT.
JÓVENES ENFRENTARÁN MÁS RETOS
El organismo aseguró que los empleos precarios están concentrados entre la fuerza laboral de menor edad y también sufren proporcionalmente un mayor desempleo. “La tasa de desempleo juvenil es más del doble que la tasa de los adultos”, detalló la OIT.
Y las cosas no van a mejorar mucho para ellos. Se prevé que solo ocurrirá una reducción marginal de la proporción de desempleo que tienen frente a los adultos.
“Mirando hacia el 2018, los prospectos para los jóvenes no sugieren una mejoría significativa”, dijo la OIT.