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El mundo sigue mirando hacia Atenas. ¿Resultaron ser en vano todos los esfuerzos de rescate para Grecia tras la victoria histórica de la oposición de izquierda? Hacia el final de la campaña el nuevo primer ministro Alexis Tsipras, del partido de izquierda Syriza, amenazaba con poner fin al curso de recortes y reformas seguido hasta ahora, y con ello a lo acordado junto a los acreedores internacionales. ¿Volverá por ello la crisis de deuda del euro?
Más allá de lo que suceda en los próximos meses en Grecia, la eurozona está, a diferencia del inicio de la crisis de deuda en 2010, mejor preparada. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) cuenta con millones disponibles para ayudar a obtener dinero en los mercados internacionales en caso de que los países de la eurozona vuelvan a tener problemas. Sin embargo, no es esto lo que se vislumbra: los rendimientos por bono siguen siendo claramente bajos incluso tras la elección. Esto demuestra que los inversores mantuvieron en principio la cabeza fría.
Los rendimientos son el precio que los países deben pagar por dinero fresco en el mercado de capitales. Además, Grecia tiene la promesa del Banco Central Europeo (BCE) de defender la eurozona a cualquier precio.
Todo parece indicar por eso que una nueva escalada del problema griego sería esta vez sobre todo un problema de Grecia. Aquí, un panorama de algunos de los escenarios posibles:
ESCENARIO 1 - TODO SIGUE COMO HASTA AHORA: Tsipras podría convertirse poco después de haber asumido hoy como primer ministro en un político pragmático. Dado que apenas tiene otra opción, acuerda con la “troika” de acreedores internacionales una continuación de las ayudas para Grecia, aunque obviamente bajo determinadas condiciones.
Así fue también bajo el gobierno del hasta ahora jefe de gobierno Antonis Samaras y su partido conservador Nea Dimokratia, que como oposición estaban estrictamente contra una política de recortes y reformas, que luego siguió como partido de gobierno. Sin embargo, las cosas podrían no ser tan fáciles, según teme Christoph Weil, economista del banco alemán Commerzbank: “Las negociaciones entre un gobierno liderado por Tsipras y la troika podrían volverse muy difíciles”, advierte.
ESCENARIO 2 - CONCESIONES: A fines de 2012 el jefe del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ya había prometido que no se iba a abandonar a Grecia, bajo la condición de que las reformas acordadas sean implementadas realmente. Qué aspecto tendrán estas ayudas está abierto. Las opciones más probables parecen ser más facilidades en los pagos de los intereses y una flexibilización de los plazos para devolver las ayudas crediticias. Para ello, Tsipras debería aceptar como condición una continuación de la política de austeridad. Otros temas planteados por Tsipras -como una nueva quita de deuda- no podrían hasta más tarde en la agenda.
ESCENARIO 3 - AMENAZA DE CAOS: El tiempo corre en contra de Atenas. La “troika” integrada por el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pudo cerrar a tiempo la revisión de las reformas griegas. El programa de ayudas actual fue prolongado hasta febrero. Se discute una nueva prolongación, que debe ser aprobada por distintos Parlamentos nacionales. También se habla de una línea de crédito preventiva de unos 11.000 millones de euros.
Cuanto más se tarde en alcanzar un acuerdo, mayor será la amenaza de falta de fondos para la caja estatal en Atenas. “Si no hay un financiamiento adicional, Grecia tendrá un problema masivo”, escribieron economistas del banco regional alemán Landesbank Baden-Württemberg (LBBW). La cosa se pondrá difícil a más tardar a mitad de año, cuando Atenas tenga que pagar miles de millones de intereses de la deuda. Los bancos griegos deben mentalizarse de que no recibirán más dinero fresco del BCE en caso de que Atenas no consiga pronto una nueva calificación positiva por parte de la troika.
ESCENARIO 4 - SALIDA DEL EURO O “GREXIT”: “El genio salió de la botella”, escribió el think-thank belga Bruegel pocas semanas antes de la elección. “Europa vuelve a discutir la posibilidad de una salida griega del euro”. Economistas como el jefe del instituto Ifo de Múnich, Hans-Werner Sinn, recomendaron incluso a Grecia que lo haga para salir de la crisis. Si Grecia vuelve a introducir una dracma “blanda” en vez de un euro “duro”, afirma, la economía allí podría volverse más competitiva. Con una moneda propia débil como respaldo, podría ofrecer sus productos a mejor precio.
La otra cara de la moneda es que una salida o una expulsión de la eurozona no está prevista en los tratados de la UE, por lo que sólo sería posible mediante una salida de la Unión Europea. Con ello, Grecia debería renunciar a todas las ayudas que la unión prevé para sus miembros. Además, las importaciones en dólares y euros así como la enorme cantidad de deuda que hay que pagar en euros se volverían de golpe mucho más caros, por lo que la carga sería aún mayor. Es por eso que en Bruselas, la sede central de la UE, esta opción se baraja seriamente.