Nadie estaba más feliz de tomar el crédito por el aumento de las acciones que Donald Trump, quien promocionó y tuiteó cada pequeño incremento. Ahora el alza está al borde de la muerte y se busca a su asesino.
Y mientras muchos en Wall Street comparten la frustración del presidente con el hombre en la cima de su lista de enemigos de los mercados, el presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, también aseguran que Trump se arriesga a empeorar las cosas con demasiada agresión, cuando las acciones están a una mala sesión de un mercado bajista.
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“Uno pensaría que después de salir de la peor semana para los mercados desde la crisis financiera de 2008, buscaría crear cierta estabilidad”, afirma Chuck Cumello, director ejecutivo de Essex Financial Services. “En cambio, obtenemos lo contrario, con este titular y una mayor incertidumbre autoinducida. Esto viene de un presidente que considera la subida del mercado como un barómetro de su éxito“.
Los esfuerzos del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, por asegurar a los mercados que Powell no sería expulsado, parecen haber apaciguado por ahora a los operadores, pero el tuit del secretario el domingo, en el que llamó a los principales ejecutivos de los seis bancos más grandes de Estados Unidos a verificar su liquidez y su infraestructura crediticia, aumentó la ansiedad.
Para ser claros, las acciones siguen mucho más altas desde que Trump asumió el cargo. Incluso a pesar de su caída de 17% en los últimos tres meses, el S&P 500 ha aumentado un 18% desde el día de las elecciones. El índice Nasdaq Composite ha subido un 25% con dividendos. Es cierto que la volatilidad ha alcanzado un máximo de 10 meses, pero la turbulencia del mercado fue significativamente peor durante tres largos lapsos en la presidencia de Barack Obama.
Si bien Trump parece haber designado a Powell como su chivo expiatorio, la culpa es un concepto dudoso en los mercados financieros, como puede atestiguar cualquiera que haya intentado explicar la actual desbandada. Además del presidente de la FED, todo –desde el aumento de los rendimientos de los bonos, los aranceles comerciales, la caída de los rendimientos de los bonos, el brexit, las valoraciones tecnológicas y las finanzas italianas– se ha visto implicado en la corriente descendente que ha eliminado US$5 billones de los valores de las acciones estadounidenses en tres meses.
Lo que sea que haya detrás, nada ha podido detenerlo. Y mientras que muchos en Wall Street le dan crédito al presidente por ayudar a impulsar el mercado después de asumir el cargo, dicen que ahora debería mirarse al espejo para ver a otra persona que lo está estresando.
“Trump se vanagloriaba de todo lo bueno que había hecho por la economía y el mercado. Ahora está culpando a Powell por el declive, en lugar de a sí mismo ”, afirmó Rick Bensignor, fundador de Bensignor Group y antiguo estratega de Morgan Stanley. “La mitad de su personal clave ha sido despedido o ha renunciado. Los mercados están mal por muchas razones, pero Trump está detrás de la mayoría de ellas“.