Serbia inauguró hoy la negociación de su adhesión a la Unión Europea (UE), hecho calificado de “histórico” por las delegaciones de ese país y la europea, luego de que su capital, Belgrado, encarriló la normalización de sus relaciones con Kosovo, factor clave para las negociaciones.
“Es un día histórico para Serbia y la UE (...) Serbia es un ejemplo inspirador en los Balcanes Occidentales”, indicó el comisario europeo de Ampliación, Stefan Füle, en una rueda de prensa en Bruselas junto al primer ministro serbio, Ivica Dacic, que resaltó el “significado histórico” que posee para su país.
El líder serbio dijo que ahora las expectativas sobre su nación son “muy altas”, pero aseguró que con “trabajo duro y dedicación” van a “hacer todo lo posible para convencer” de que Serbia debe ser un país miembro de la UE, algo que esperan conseguir en seis años.
NEGOCIACIONES CON KOSOVO
Füle advirtió por su parte de que abrir las negociaciones supone iniciar “una fase muy exigente”, y que en esa línea Belgrado “deberá continuar con la normalización de relaciones con Kosovo”, la antigua provincia serbia que se independizó en 2008, y negociar “de manera inclusiva con su Parlamento y la sociedad civil”.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que también se entrevistó con Dacic, manifestó en un comunicado su “elogio” a Serbia por “sus esfuerzos y los progresos realizados en los últimos años”, y puso de relieve “las fuertes aspiraciones europeas” de sus ciudadanos.
En particular, subrayó el “histórico” acuerdo logrado el pasado abril con mediación de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, en el que Belgrado y Pristina resolvieron los puntos más tensos de su frágil relación bilateral, como la autonomía para los serbios del norte de Kosovo a cambio de desmantelar las estructuras de poder paralelas mantenidas por esa comunidad desde 2008.
RETOS A CUMPLIR
Como principales retos para Serbia, Durao Barroso nombró la reforma del poder judicial, la lucha contra la corrupción y contra el crimen organizado, la reforma de la administración pública, la independencia de instituciones clave, la libertad de prensa y el combate contra la discriminación y la protección de las minorías.
Para la UE, Belgrado ha logrado el “grado necesario de cumplimiento de los criterios de adhesión” y, especialmente, ha dado “los pasos para una mejora visible y sostenible de sus relaciones con Kosovo”, destacó el Consejo de la Unión en un comunicado.
Así, Serbia “cumple suficientemente” los criterios políticos y las condiciones del llamado “proceso de estabilización y asociación”, y ha conseguido “importantes avances en el establecimiento de una economía de mercado que funcione”.