El domingo 20 de mayo hay elecciones y, aunque Venezuela esté sumergida en su más profunda crisis, aunque la comunidad internacional deslegitime y anuncie que no reconocerá sus resultados, la reelección de Nicolás Maduro es casi un hecho.
La última encuesta de intención de voto que llevó a cabo ICS (International Consulting Services) da como ganador al presidente actual con un 55,9% de los votos. Por detrás, le sigue Henri Falcón, representante de la Avanzada Progresista (AP), con 25,4%.
La principal tarea que tendrá la persona que salga elegida será revertir la crítica situación económica que atraviesa este país. Pero dado que lo más probable es que continúe liderando Maduro, la próxima semana no traería buenas noticias para Venezuela.
Según el FMI, para el cierre de este año, la hiperinflación alcanzaría los 13.864%.
Con este contexto, a fines del mes pasado, ambos candidatos anunciaron que el trabajo fuerte sería ante el colapso económico en el que se encuentran los ciudadanos de este país.
El primero, Maduro, crearía un plan de revolución económica. Esto con el fin de quitarse de encima una denominada “guerra económica” que libran Estados Unidos y sectores de la oposición para desbancarlo, según indica Reuters.
Falcón, por su parte, encuentra como una solución a los problema de Venezuela el pagar con la moneda estadounidense a empleados y pensionados en un entorno donde la escasez de bienes reina.
SITUACIÓN DE VENEZUELA
Si las previsiones del FMI se cumplen (cerrar el 2018 con una inflación del 13.864%), el episodio de hiperinflación por el que atravesaría el país caribeño sería el más grave de las últimas décadas en Latinoamérica.
La escalada de precios, de cumplirse estos negros augurios, también sería superior a la de los episodios de hiperinflación en Perú (el 3.398% en 1999 y el 7.482% en 1990) y solo se le acercaría a la de Nicaragua, donde la subida de precios llegó a ser del 13.110% en 1987.
Otro de los efectos que deja este panorama es que el desempleo se viene disparando. El FMI prevé que un tercio de la población económicamente activa (PEA) no encuentre un trabajo, la mayor tasa de paro de todo el mundo, por encima de países con un alto desempleo crónico como Sudáfrica, por ejemplo.
Ya en noviembre, las agencias de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) y Fitch declararon a Venezuela en default parcial por los graves problemas de liquidez después de un impago de US$200 millones correspondientes a los intereses de los bonos que vencen en 2019 y 2024.
Frente a esto, la BBC recogió la versión visiones diferentes de tres expertos económicos sobre cómo podría salir de esta crisis el país Sudamericano en el marco de elecciones presidenciales.
POLÍTICA HETERODOXA
El primero es Guillermo Oglietti, doctor en Economía e investigador de Celag (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica). (El director del centro, Alfredo Serrano, es asesor económico del gobierno de Nicolás Maduro).
Para él, la decisión de Venezuela –rechazar el modelo neoliberal- ha producido que diversos países que eran beneficiados por su renta petrolera se comporten de una forma ofensiva y realicen agresiones económicas y financieras.
Asimismo, comenta que la inflación –principal problema de este país- no puede ser revertida con “propuestas neoclásicas como la dolarización, el austericidio y la convertibilidad”.
“La única vía posible es una política económica integral de corte heterodoxo que consolide una estructura productiva amplia y de alto valor agregado, que evite la excesiva concentración de la oferta, que mejore los canales de distribución, que construya un sistema cambiario eficiente y transparente, y que impida cualquier tipo de especulación”, precisa Oglietti.
En este sentido, un instrumento que podría aparecer como una alternativa de solución es el petro: la criptomoneda respalda por los recursos naturales de Venezuela.
A los planes de solución que presenta Oglietti, se encuentra también el plano fiscal que permitiría aumentar las ganancias del Estado. La facturación electrónica e impuestos a las grandes fortunas y a las grandes transacciones especulativas sería una variable.
A su vez, el economista propone también “retomar la agenda de renegociación de la deuda y aliviar la presión de los vencimientos de corto plazo”.
El panorama que prevé para el futuro del país tras las elecciones es de estabilidad. “La inflación en Venezuela, como en el Chile de (Salvador) Allende, sustituye la incapacidad de la derecha para ganar elecciones legítimamente“, opina.
“CONFIANZA, DISCIPLINA E INICIATIVA PRIVADA”
Para Anabella Abadi, economista y analista de Entorno y Gestión Pública, existe un problema prinicipal para Venezuela que apunta a las “políticas económicas distorsionantes”, como las llama.
“Se han traducido en la destrucción de las señales de precios, lo que hace imposible distinguir lo caro de lo barato, y en un mercado cambiario opaco y volátil en el que un mismo dólar tiene una docena de precios de referencia”.
Entre las propuestas de Abadi está el “recortar subsidios a los servicios públicos y a la gasolina”, que es prácticamente gratuita en un país petrolero como Venezuela. Esta medida impopular incluso podría ser tomada por Maduro, si es reelegido, o de Henri Falcón, quien también la contempla en su planes.
Para ella, en el camino de salvación se tendría que, en primer lugar, producir confianza. El promover la productividad y transparencia mediante la publicación de estadísticas sería un buen paso en este aspecto. Cabe resaltar que el gobierno no las publica desde fines del 2015.
El segundo factor estaría orientado a promover la disciplina fiscal. “Para contener las presiones inflacionarias se debe contener el gasto público por demás desordenado y arbitrario”, afirma Abadi.
A esto agrega que se deba respetar la iniciativa privada. Abadi pide “el paulatino desmontaje de los controles y regulaciones laborales que han venido asfixiando a los productores venezolanos y que han desincentivado a potenciales inversionistas”.
MENOS DEPENDENCIA DEL PETRÓLEO
En tanto, Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, refleja que la solución “pasa por un cambio profundo y drástico del modelo aplicado en las últimas décadas”. El primer paso debería ser crear un ”entorno macroeconómico sano“.
“La crisis de Venezuela tiene su origen en la imposición sistemática de un modelo de dominación social, en donde el Estado ha sustituido al ciudadano y a los mercados como mecanismo de organización social”, explica Oliveros.
Las tareas que cree que se deberían priorizar son: “enfocarse en la producción de bienes y servicios transables, la descentralización en la toma de decisiones, la transparencia fiscal, la diversificación de las oportunidades de inversión y la disminución gradual de la dependencia hacia el petróleo“.
Compartiendo opinión con Abadi, explica que si Venezuela desea salir de la crisis económica donde se encuentra debe respetar “a la propiedad privada y demás libertades políticas, civiles y económicas”. La transparencia y el incentivo de productividad también entrarían en este aspecto.
“Para poder sentar las bases de la reconstrucción, Venezuela necesita recurrir a todos los mecanismos de financiamiento posible, incluyendo la banca multilateral”, finaliza Oliveros, que en concreto habla de “atracción de inversiones en áreas claves como la petrolera”.
DATOS
La firma Datanálisis da un empate técnico entre Maduro y el opositor disidente del chavismo Henri Falcón Avanzada Progresista (AP), pero otras encuestadoras, como Delphos e Hinterlaces, dan como favorito al mandatario, pese a que tiene un 75% de impopularidad por la crisis.
Asimismo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), principal grupo opositor, amenazó con boicotear los comicios, ya que lo consideran como un fraude.
Por otro lado, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron que no reconocerán el resultados de este proceso. A ellos se sumaron varios gobiernos latinoamericanos.
Realizado con información de la BBC.