El gobierno de Venezuela anunció hoy el fin del acceso al dólar preferencial para la mayoría de los sectores económicos, incluyendo viajeros y los importadores de productos no prioritarios, en un intento por optimizar la asignación de divisas tras reconocer que la entrega de dólares “estaba fuera de control”.
La largamente esperada reforma mantiene el tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares por dólar para bienes esenciales como medicamentos y alimentos básicos, pero también permite que las divisas sean vendidas a una tasa mayor a través de sistemas “complementarios”, dijo el ministro de Petróleo y vicepresidente del Área Económica, Rafael Ramírez.
Eso afecta a los venezolanos que viajen al exterior, que deberán pagar montos que actualmente rondan (la tasa varía en base a un sistema de subastas) los 11,3 bolívares por dólar.
El responsable económico precisó en una rueda de prensa que el país marcha hacia un “nuevo sistema cambiario” que funcionará mediante una banda cuyo piso será la tasa oficial y confió en que el nuevo paquete de medidas será un “gran estabilizador” de la economía.
DIVISA INESTABLE
La Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) será la encargada de subastar los dólares en el mercado, al inicio con US$100 millones de dólares semanales y pasará a US$220 millones hasta manejar un total de US$11.400 millones, detalló Ramírez.
Los economistas consultados por Reuters sostienen que el hecho de que cada vez más sectores deban recurrir a las subastas del Sicad para adquirir dólares, cómo dijo el Gobierno que haría, representa esencialmente una “devaluación escondida”.
En Venezuela rige desde 2003 un estricto control estatal de cambio que impide la libre compraventa de divisas y establece que el Estado es el único que puede entregarlas a particulares y empresas tras el cumplimiento de una serie de requisitos.