Daniel Schydlowsky se levanta de un sillón, coge un pesado maletín negro en el que lleva su computadora portátil y camina hacia el Bar Inglés del Country Club Hotel. El economista de 75 años se apresta a hacer un balance, cerca de dos horas, de sus cuatro años al frente de la SBS.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Schydlowsky quiere defender su legado. Su salida fue la más tormentosa en la historia reciente de la SBS, enfrentado a pedidos de vacancia en el Congreso y envuelto en la polémica prepublicación de las nuevas tablas de mortalidad para los afiliados de las AFP.
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Su nueva misión no será fácil. En la última semana, este Diario recogió el testimonio de ejecutivos de las empresas supervisadas y de personas allegadas a la SBS –todos los cuales declararon de manera anónima para evitar problemas con la entidad– y el diagnóstico fue duro. “La SBS debe recuperar el prestigio perdido en este período”, sentenció una de las fuentes.
EL PERFILUn primer cuestionamiento es si Daniel Schydlowsky reunía las condiciones para liderar la SBS. “No basta tener un doctorado en Harvard y hablar inglés”, dice un ex funcionario de la entidad. “Hay que saber de banca”, añade.
“Daniel habla más rápido de lo que termina de pensar las ideas”, afirma un banquero. “Estaba muy alejado de conversar. Manejó la SBS hacia dentro y su propia gente decía que era difícil de leer”, añade otro gerente. Según los entrevistados, había resistencia a trabajar en conjunto con el mercado.
Schydlowsky relativiza estas críticas y dice que aprendió mucho en la SBS. “Recuerdo que días antes de asumir di una charla en la Universidad del Pacífico sobre el sistema de pensiones y tenía muy claro lo que debía hacerse. Pero la labor de supervisor te hace ver otra realidad. Hoy he cambiado varias de esas ideas”, detalla.
El ex superintendente niega con énfasis otro de los cuestionamientos a su perfil: la edad. “Se me acusa de viajar mucho. Para esos viajes uno debe tener gran vitalidad, no pueden decir que estoy cansado”, afirma.
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LOS VIAJESPrecisamente, las 68 salidas al exterior de Schydlowsky durante su gestión fueron uno de los cuestionamientos más frecuentes. “Es muy difícil comandar la SBS desde lejos”, dice una de las fuentes.
La entidad tiene una estructura matricial, con jefaturas de línea de un lado y jefaturas de soporte en el otro. Según la fuente, la falta de un líder presente para dialogar y conciliar posiciones complicaba el funcionamiento de esta estructura. “Con las formas de comunicación de estos tiempos, eso no tiene sentido”, replica Schydlowsky.
El ex superintendente afirma que sus viajes no retrasaban la firma de resoluciones, pues siempre quedaba un adjunto a cargo, y que los equipos de la SBS tienen suficiente experiencia trabajando juntos para alcanzar consensos. Y niega rotundamente la versión de que tuviera un trabajo a tiempo parcial en una universidad del extranjero.
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EL ASESOR“Aprovechando las ausencias de Schydlowsky, Miguel Ángel Martin se convirtió en el Rasputín de la SBS”, afirma un ejecutivo financiero. Martin es un catedrático de finanzas en ESAN y fue el principal asesor de Schydlowsky en sus primeros años como superintendente.
Su agenda era de defensa del consumidor y control de decisiones, hasta entonces en manos de los bancos, como el cobro de comisiones. No solo sus ideas, sino también su estilo, habrían generado malestar.
“Miguel Ángel traía una agenda interesante de reformas, pero creo que iba a una velocidad más rápida que la ideal”, reconoce Schydlowsky.
El ex superintendente niega una versión confirmada por varias fuentes a este Diario: que la salida de Martin se debió a un ultimátum de los superintendentes adjuntos. “Salió por temas administrativos”, dice Schydlowsky. Martin no pudo ser contactado para esta nota por encontrarse de viaje.
LAS “BENDITAS” TABLASAsí llama Schydlowsky al estudio de expectativa de vida que prepublicó la SBS el 30 de octubre. El encargado del anuncio fue el superintendente adjunto de seguros, Luis González Prada. Schydlowsky se hallaba rumbo a un evento en Alemania.
En la SBS reconocen que sus errores de comunicación. Presentar las tablas en una conferencia de prensa colocó a González Prada “frente al pelotón de fusilamiento”, dice una fuente. El funcionario condenó a las tablas diciendo que llevarían a menores pensiones.
¿Estaban equivocados los cálculos? A pesar de las críticas, El Comercio pudo saber que las tablas son muy cercanas a los cálculos actuariales que ya manejaban aseguradoras y AFP.
En Chile se presentaron ayer nuevas tablas para las AFP muy similares a las peruanas y el INEI difundió su propio cálculo de expectativa de vida a los 65 años, menor al de la SBS en márgenes explicables por tratarse los afiliados a las AFP de un subconjunto poblacional con mejores condiciones. La última batalla de Schydlowsky, en ese contexto, fue la más inútil de todas.