El año pasado, el dirigente de un club peruano de fútbol que se alistaba para jugar un campeonato internacional le propuso a un delantero la posibilidad de contratarlo y salir del pequeño equipo provinciano en el que estaba. Para ello, le puso una cifra tentadora: US$4.500 al mes. El jugador dijo que no y el dirigente insistió: “¿Por qué pides más si en tu contrato dice que ganas la mitad?”. La respuesta fue lapidaria: “Gano US$5.000 al mes, pero la mitad me la pagan por fuera”. No hubo más insistencia.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El ejemplo anterior grafica cómo se manejan todavía algunos clubes profesionales en el Perú: dobles contratos, despidos arbitrarios, falta de planificación, demora en los pagos, despilfarro de dinero, etcétera. Y todo esto a pesar de que desde el 2012 la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP) ha tratado de ordenar la casa a través de la creación del Órgano de Control Económico-Financiero (OCEF), que audita las cuentas de los equipos nacionales.
En conversación con El Comercio, José Arroyo, director de la OCEF hasta el año pasado, dice que no les consta que haya dobles contratos, pero sí acepta que algunos clubes demoran en pagar y que otros gastan más de lo que generan. “Los clubes peruanos no obtienen utilidades o las que obtienen las invierten en sus divisiones menores”.
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Arroyo señala que los clubes que en los últimos años han estado al día en los pagos de sus jugadores y de impuestos son Sporting Cristal, la Universidad San Martín y la César Vallejo. “La primera tiene a Backus de apoyo y las segundas son universidades que tienen un colchón para invertir fuertemente y no necesariamente obtener ganancias”, aclara.
Luego, del resto de clubes precisa que su situación ha mejorado pero que todavía afrontan inconvenientes. “Alianza a veces ha demorado en pagar sus planillas, pero una o dos semanas. En el caso de la ‘U’ tienen una gran deuda concursal, pero luego no ha generado más deudas”, explica.
Sin embargo una información del ‘controller’ designado por la junta de acreedores del club crema da un panorama muy distinto : la ‘U’ generó nuevas deudas por S/157 millones en los últimos cinco años, incluso comprometiendo dinero que obtendrá por sus derechos televisivos en los próximos años.
Renato Ricci, country manager de Johan Cruyff Institute en el Perú, dice que en provincias el panorama tampoco es alentador. “En ciertos clubes solo existe una cara visible, un dirigente que asume las funciones de márketing, administración, finanzas y que incluso se mete en el trabajo del entrenador”.
Y así ocurren episodios como el del presidente del Real Garcilaso, quien en el 2015 entró al camarín del equipo y amenazó a los jugadores tras perder 0-4 frente a Sporting Cristal. En pocas palabras, actuó como hincha-dirigente. También se dan las historias de equipos que ascienden a la primera división y al año siguiente pierden la categoría porque el dirigente que ponía el dinero se cansó. Un caso reciente: La Bocana de Piura.
Ricci también lamenta la poca preparación en gestión de los administradores o directivos principales de los clubes. “Si tú vas a trabajar en publicidad o ingeniería, debes estudiar algo ligado al tema. Si vas a trabajar en un club, pues debería ser igual”.
Sin embargo, comenta que ya hay equipos que mandan a algunos profesionales a capacitarse o que crean gerencias especializadas y ponen a personas con estudios universitarios. El ejecutivo detalla que la Federación Peruana de Fútbol (FPF) empezó el año pasado a conversar con los clubes para que sigan el camino de ordenarse y permitir que sus ingresos se incrementen. “No van atraer a auspiciadores si siguen como están”, sostiene.
EL PAPEL DE LA FPFMario Maggi, gerente de Proyectos y Licencias en la FPF, le confirma a este Diario que desde el segundo semestre del 2016 visitaron a los equipos de la primera división para informarles de los cambios que requieren realizar para iniciar el campeonato de este año.
El gerente dice que el sistema de licencias es una exigencia de Conmebol para participar en campeonatos internacionales desde el 2018 y que la FPF está adelantándose. Entre los requisitos están: contar con divisiones menores, infraestructura mínima y áreas administrativas y financieras.
En el primer caso, lo que se busca es que se invierta en estas categorías; en el segundo, que los entrenamientos no se realicen en parques y se tenga contrato de al menos un año con un estadio. Por último, se desea que los clubes tengan gerencias, que van desde márketing, finanzas, deportiva, entre otras.
“Obviamente son requisitos que se irán fortaleciendo. Por ejemplo, se establecerá un perfil de las personas que laborarán en las gerencias. Ahora hemos contratado a KPMG para que audite los estados financieros y requerimos que cada club cuente con personas que entiendan de estos temas”, adelanta.
Hasta el momento, sostiene, la mayoría de los clubes hace estos cambios. “Nuestra visión es que los clubes se manejen como empresas y haya una mayor transparencia en el fútbol peruano”, declara.
¿DE DÓNDE LLEGA EL DINERO?
De acuerdo con el Órgano de Control Económico-Financiero (OCEF), que estaba a cargo de la ADFP y ahora pasará a la FPF, el mayor ingreso total de los clubes en el 2016 sería producto de los derechos televisivos, con S/111 millones.
Le seguiría el concepto de publicidad (auspiciadores) con S/48 millones. En tercer lugar se ubica la taquilla, que habría alcanzado los S/33 millones.
En cuarto lugar se encuentra el rubro de “otros ingresos” con S/19 millones. Le siguen los ingresos por escuelas de fútbol, con S/9 millones.