Tal como había adelantado la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempeño negativo de las economías ha elevado el número de desempleados de América Latina y El Caribe. Incluso sobre los niveles registrados durante la crisis internacional de hace ocho años.
Follow @EconomiaECpe
El 8,1% de habitantes de América Latina y El Caribe no tiene empleo, según un nuevo informe de la OIT. En el Perú se hallan en esta situación alrededor del 4,4% de trabajadores, estamos hablando de cerca de 704.000 personas. El porcentaje es menor en comparación a otros países de la región. Por ejemplo en Jamaica, Bahamas y Brasil el porcentaje es de 13,3%, 12,7%, y 11,3%, respectivamente.
“La tasa de desempleo saltó abruptamente de 1,5% hasta 8,1%, este es el salto más alto en la tasa de desocupación promedio de América Latina en una década. También la calidad del empleo en varios indicadores se ha deteriorado”, anotó José Manuel Salazar-Xirinachs, director regional de la oficina para América Latina y el Caribe.
ROSTROS DEL DESEMPLEOEl informe titulado El Panorama Laboral 2016 también presentó datos sobre el desempleo juvenil en Perú. De acuerdo a la OIT, el porcentaje de jóvenes, entre 15 y 24 años, que se encuentran en esta situación subió de 9,6% en el 2015, a 11% el 2016. Afectando así a más de 500 mil jóvenes.
Julio Gamero, especialista en empleo e instituciones del mercado de trabajo, señaló que está situación se explica por el bono demográfico que vive el país. ”Estamos de acá hasta 20 años por delante con una gran presencia de jóvenes en el mercado laboral. Esto significa que como país se requieren políticas públicas orientadas a mejorar la inserción laboral de los jóvenes”, agregó.
-
De otro lado, la OIT informó que este año el desempleo afectó más a las mujeres. En el Perú la tasa de desocupación en el caso de mujeres creció de 4,1% en el 2015 a 4,6% el 2016. Mientras que en el caso de los hombres se elevó de 3,9% a 4,2%.
Para mejorar el panorama laboral, reduciendo así el desempleo, Salazar-Xirinachs recomendó que se empleen políticas para mitigar la crisis y proteger a los trabajadores, y que a la par se impulse el crecimiento económico a través de mayor inversión, diversificación productiva y proyectos de infraestructura.