La economía peruana es como un equipo de fútbol con una sólida defensa, pero con grandes vacíos en la delantera. El país está en capacidad de no recibir tantos en contra, gracias a la solidez de sus cuentas macroeconómicas; pero carece de los factores para asegurar goles en el mediano y en el largo plazo.
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Esa es la visión de Adrián Armas, gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva (BCR), quien considera que la autoridad monetaria es el volante mixto que necesitamos en el mediocampo macroeconómico para apuntalar un crecimiento que aún requiere de estímulos.
Durante su participación en la conferencia anual de la CFA Society Perú, Armas señaló que la recuperación que se ve de la inversión pública está repartida en proyectos muy pequeños y, en el 2018, es posible que haya dificultades para ejecutarla. En cambio –dijo– la política monetaria funciona más rápido y puede servir para complementar el rol de la política fiscal.
“Si esperamos que el marcador de punta [la política fiscal] avance, no podemos ir los dos a la vez porque nos meten gol de contragolpe. Pero si se ve que [el impulso fiscal] no avanza, el BCR sí puede avanzar porque es el jugador que más movilidad tiene”, comentó.
NECESIDADES CLARAS
Este rol de mediocampista polivalente será clave durante el 2018, según los expertos que analizaron el panorama. Para Hugo Perea, economista jefe para el Perú de BBVA Research, el diagnóstico es muy claro: la economía local está creciendo debajo de su potencial y eso hace necesarias políticas de estímulo, tanto fiscal como monetario.
Sin embargo, el experto afirma que el Gobierno no tiene mucho espacio para, en el argot futbolístico, desbordar. La razón es que con un déficit y deuda pública con tendencia al alza, no hay margen para acelerar el gasto más allá del próximo año. En cambio, el BCR sí tiene margen a favor para tomar la posta y ser más expansivo en los próximos meses.
“La inflación está cayendo y si bajan las expectativas de inflación, puede cambiar el sesgo de la política monetaria. Dado que estamos en la parte baja del ciclo económico y el impulso fiscal podría tener fricciones, no descartaría que haya flexibilización monetaria en los próximos meses”, anotó.
Mario Guerrero, subgerente de Economía Monetaria de Scotiabank, coincidió con este diagnóstico y consideró que el empuje de parte del banco central ya está mostrando sus efectos.
“Ya vemos que la dinámica crediticia está dando la vuelta. Primero vemos que se recupera el crédito a las empresas y después para personas, porque el empleo e ingresos aún lucen débiles”, anotó.
No obstante, Guerrero fue más optimista sobre el espacio para hacer política fiscal, pues los inversionistas siguen viendo con buenos ojos la deuda soberana. El gran problema –apuntó– es que no mejore la ejecución del gasto.
MÁS ALLÁ DEL 2018
El gerente de Estudios Económicos del Banco de Crédito (BCP), Carlos Prieto, afirmó que un crecimiento de 4% en el 2018 es una cifra “muy positiva”, pero advirtió que el Perú debería aspirar a aumentar su actividad económica al menos dos puntos más que el alza del PBI global, que el próximo año será de 3,7%, según el FMI.
En ese sentido, cree que es importante preocuparse por las perspectivas de mediano plazo, comenzando por el 2019. Durante ese año, la política monetaria podría comenzar a tomar una postura más neutral y el MEF tendría que comenzar a retraer el gasto para buscar la consolidación fiscal anunciada en sus metas, por lo que consideró clave comenzar a pensar qué motores impulsarán el crecimiento.
Una luz en esa línea es que se comiencen a desarrollar nuevos proyectos mineros en el horizonte de los próximos tres o cuatro años. Los que tienen más probabilidad de salir adelante son la ampliación de Toromocho, Mina Justa, San Gabriel, Magistral y Pukaqaqa. Entre estas cinco iniciativas –estimó– hay una inversión que supera los US$4.000 millones.
Finalmente, Guerrero resaltó la necesidad de hacer reformas estructurales que puedan replicar el éxito que tuvo el BCR, en conjunto con la SBS, en reducir la dolarización del sistema financiero.
EL DATO
►4 veces en lo que va del año se ha reducido la tasa clave del BCR. Actualmente está en 3,25% y el jueves será la última reunión del año.
EL VIENTO EXTERNO
La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos podría elevar sus tasas de interés tres veces durante el 2018, según anunció en setiembre. Sin embargo, ese panorama no incluía los impactos de la reforma tributaria que se aprobaría en las próximas semanas.
Si esta reforma prospera, podría traer mayor dinamismo a la economía estadounidense y, en ese contexto, la FED podría ser más agresiva subiendo las tasas; pero para Hugo Perea, economista jefe para Perú de BBVA Research, esto no cambiaría el rumbo que tome el banco central peruano.
“Si eventualmente la FED sube más rápido [las tasas], puede generar reacomodo de portafolios y presionar el tipo de cambio al alza en economías emergentes, pero no presiones dramáticas. No creo que se le reste espacio al BCR para seguir estimulando”, sostuvo el economista.
En ese sentido, afirmó que la autoridad monetaria podría enfrentar ese viento externo usando otros instrumentos y la tasa de referencia para apuntalar la economía local.
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