(Unidad de Análisis Económico)Hacia fines del 2013, la Ley 30130 declaró de necesidad pública e interés nacional la modernización de la Refinería de Talara. En mayo del 2014, se iniciaron los trabajos correspondientes, los que inicialmente se anunció que costarían US$ 3.500 millones y generarían alrededor de 14.500 empleos directos en la etapa de construcción y 25.000 puestos de trabajo.
Sin embargo, el costo inicial fue revisado al alza, pues según información consignada en la propia página web de la Refinería de Talara, el costo del proyecto es de US$ 4.999 millones. Y más aún, en 2017 el entonces presidente de Petroperú señaló que dicho monto sería de alrededor de US$ 5.400 millones.
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Solo como referencia, este monto es ligeramente superior a la inversión prevista por Quellaveco (US$ 5.300 millones), la cual a precios conservadores empezaría a generar divisas anuales por alrededor de US$1.700 millones desde el año 2023, generando alrededor de 63.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos.
Si bien la intención es producir gasolinas de mejor calidad, reduciendo su contenido de azufre, vale la pena preguntarse si es que el proyecto ha sido una propuesta eficiente para lograr dicho cometido, sobre todo si es que un proyecto con similar objetivo fue culminado en 2016 por Refinería La Pampilla a un costo de US$ 741 millones.
Para dicha evaluación, hemos simulado un estado de ganancias y pérdidas simplificado basado en los estados financieros de las empresas petroleras de Chile (Enap), Colombia (Ecopetrol) y México (Pemex) a lo largo de los últimos 3 años y medio (desde el 2015 al segundo trimestre de 2018). Lo primero que llama la atención es la amplitud y la volatilidad del margen de refinación del petróleo (la diferencia bruta entre el precio de venta de los derivados y el costo del petróleo necesario para producirlos).
ESCENARIOSA partir de dichos datos, hemos estimado tres escenarios: conservador, favorable y optimista. En el primer caso, un margen conservador es el de US$5 por barril de petróleo. Considerando que la refinería opera solo 300 días al año, la refinación generaría un margen bruto de US$ 142,5 millones. Sin embargo, los gastos de administración y de operación serían lo suficientemente significativos como para que el resultado anual de operación sea negativo en US$ 61 millones.
Más aún, las emisiones de bonos por parte de Petroperú para financiar el proyecto implicarían un gasto financiero que llevaría la operación a un déficit anual de casi US$ 140 millones.Un escenario base, con operación ininterrumpida en el año, un margen de US$ 9 por barril y mayor eficiencia en el manejo de los gastos lleva a una operación casi sin utilidades.
En un escenario optimista, con un margen de US$13 por barril y refinación ininterrumpida en el año, el margen bruto superaría los US$ 450 millones. Usando el menor nivel de gasto y el mayor nivel de ingreso de los dos escenarios previos, la utilidad anual de la operación sería de casi US$ 163 millones.
Es decir, la inversión asignada se recuperaría en 31 años. A 30 años, la tasa de retorno del proyecto es de 0,46%. Cabe destacar que en los ejercicios previos atribuimos la capacidad total de refinación de 95.000 barriles diarios de petróleo al proyecto y no consideramos solamente la nueva capacidad de refinación (30.000 barriles).
Hace algunas semanas, el presidente Vizcarra anunció que la pavimentación de la red vial departamental al 2021 costaría S/19.000 millones, lo que resulta un monto similar al del proyecto de Talara. Y los recursos orientados al mismo ni siquiera lograron lo anunciado, pues durante su ejecución, el empleo de calidad en Talara ha seguido cayendo.