Si no puedes contra tu enemigo, únete a él, dice el viejo refrán. O por lo menos, juega con sus mismas armas. Y eso fue precisamente lo que hicieron los comerciantes independientes de un pequeño pueblo de Gales cuando descubrieron las triquiñuelas para evitar el pago de impuestos en Reino Unido de las que se ha acusado a multinacionales como Google y Starbucks.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Los dueños de las pequeñas tiendas del pueblo de Crickhowell, de unos 2.800 habitantes, le presentaron su propio plan de impuestos a la agencia de recaudación de impuestos (HMRC, en inglés) para, legalmente, utilizar acuerdos extraterritoriales para pagar menos impuestos. O simplemente no pagarlos.
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En palabras simples, los habitantes de Crickhowell están empleando las mismas prácticas contables de las multinacionales para dar vuelta el esquema a su favor y eludir impuestos.
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El ahumadero de salmones, la librería, la panadería y el clásico café de la plaza se pusieron de acuerdo en esta “rebelión” apoyada por expertos y seguida por las cámaras de la BBC que realizará un documental sobre la experiencia denominado “El pueblo que se fue a un paraíso fiscal”.
La mayoría de ellos son negocios familiares, transmitidos de generación en generación.
“Hasta ahora, estos complicados trucos de los paraísos fiscales sólo se han abierto a las grandes empresas que pueden pagar los honorarios de los abogados. Pero nos pusimos a pensar y se nos ocurrió una manera de imitar a estas grandes compañías que eluden impuestos. Es muy inteligente”, explica Jo Carthew, directora del ahumadero Black Mountain.
¿“PARAÍSOS FISCALES” EN EUROPA?Ubicado en el este del popular Parque Nacional Brecon Beacons y en el extremo sur de las Montañas Negras de Gales, Crickhowell se enorgullece de ser uno de los destinos turísticos más populares de Reino Unido.
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La calle principal del pueblo, corazón comercial y principal arteria de sus habitantes, es una de las pocas vías donde el comercio local es próspero y sigue floreciendo.
El documental muestra cómo los pequeños comerciantes realizan viajes a diversos lugares para conocer el manejo fiscal de las multinacionales.
Van, por ejemplo, a la Isla de Man, una pequeña isla entre Irlanda y Gran Bretaña conocida por los beneficios fiscales que otorga y donde está ubicada la matriz de Caffe Nero, una de las cadenas de cafeterías más grandes de Reino Unido.
Los minoristas también visitan Amsterdam, donde Starbucks estableció un acuerdo de beneficios impositivos con las autoridades holandesas que le permitió no pagar impuestos en Reino Unido por años y que fue declarado ilegal por la Comisión Europea.
LA UNIÓN HACE LA FUERZA La iniciativa ha sido ampliamente apoyada en redes sociales. Tanto así que Crickhowell quiere compartir su plan de elusión fiscal con otras ciudades, en un intento de forzar al Departamento Tributario para que ponga fin de una vez por todas con los vacíos legales que permiten a compañías como Starbucks, Amazon o Google pagar impuestos que al ciudadano de a pie le parecen irrisorios.
“Yo siempre he pagado hasta el último centavo de mis impuestos, y no me opongo a eso. A lo que me opongo a estar pagando mis impuestos completos cuando mis competidores, grandes compañías con nombres conocidos, están haciendo lo imposible por esquivar los suyo ”, asegura Steve, dueño del café local a la BBC.
La división de Amazon en Reino Unido, por ejemplo, reportó el último año fiscal ventas por más de US$8.000 millones, pero pagó US$18,1 millones en impuestos.
Google, por su parte, alcanzó ventas por US$5.500 millones en 2013, año en el que pagó US$17,6 millones en impuestos.
Pero una de las empresas más cuestionadas fue Starbucks, que en 2012 reportó ventas por más de US$600 millones, pero pagó 0 impuestos corporativos.
El tema causó un escándalo en el país que derivó con la multinacional estadounidense desembolsando US$7,6 millones en 2013 por primera vez desde 2009.
Se calcula que la “economía negra” de Reino Unido –la parte de la actividad económica que no aparece registrada ni paga impuestos– asciende a unas US$228.000 millones.