l 24 de marzo de 1990, a solo dos semanas de las elecciones, Alberto Fujimori podía celebrar su salida del rubro “otros”. Con 4.8%, el ingeniero agrónomo perseguía a Alva Castro, Barrantes y Pease. Con 43.4%, Vargas Llosa se acercaba a la victoria en primera vuelta. Bajo el lema “Honradez, tecnología y trabajo”, Fujimori se paseaba con su tractor por lugares a donde nunca había llegado el Estado. En una estrategia que lo sacó del anonimato, visitó a Carlos Álvarez en ‘Las mil y una’, donde posó con la espada de He-Man y se prestó para todas las bromas con una sonrisa. Frente al cansancio de la candidatura del escritor, el ‘Chino’ –sin partido ni programa- incidió en su calidad de profesor e hijo de migrantes para identificarse con el pueblo empobrecido que se oponía al shock económico. Fujimori pasó a segunda vuelta y, con el apoyo de los grupos evangélicos y el voto del APRA, sorprendió al favorito. El 8 de agosto, días después de asumir la presidencia, su gobierno implementó el ‘Fuji-shock’. En su imitación, Álvarez cambió la espada por un tubérculo y exclamó: “¡Y te meto la yuca!”.