La dictadura de Ferdinand Marcos tiene muchas similitudes con la de Alberto Fujimori. En lo único que difieren es en la cantidad de años que el filipino estuvo en el poder: 21.
La dictadura del abogado filipino Ferdinand Marcos llegó a su fin gracias a una rebelión del ejército que logró derrocarlo un 25 de febrero de 1986. Días antes Ferdinand Marcos había logrado ser reelegido venciendo a su oponente Corazón Aquino en unos comicios fraudulentos.
Ferdinand Marcos estudió Derecho en la Universidad de Filipinas. Participó en la Segunda Guerra Mundial. Ferdinand inició su carrera política ocupando un escaño en el Congreso filipino, creado luego de ser ratificada la independencia del país asiático en 1946.
Abajo el parlamento, arriba el diálogo nacional
Entre 1959 y 1964 Ferdinand Marcos fue senador del Congreso. Un año después ganaría las Elecciones Presidenciales.
Filipinas vivía la peor crisis económica de su historia. Marcos prometió terminarla aplicando un gran ajuste económico. Eventualmente sustituyó el sistema parlamentario por las asambleas de ciudadanos. Su gestión se caracterizó por ser ofensiva y autoritaria al instaurar la 'ley marcial'. Con las Fuerzas Armadas a su favor no fue complicado someter al Congreso para así poder ser reelegido eternamente.
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Al inicio Ferdinand Marcos tuvo el apoyo popular. Su régimen perseguía y acusaba de corrupción a cualquier autoridad que le hiciera frente. Sin embargo, la verdadera corrupción crecía en el interior del régimen autoritario donde sus amigos militares eran los beneficiados.
Un asesinato que marcó su caída
El 21 de agosto de 1983 es asesinado Benigno Aquino cuando regresaba a Filipinas de un exilio voluntario en EE.UU. Aquino era símbolo del creciente descontento de la población por ello no fue una sorpresa que más de 2 millones de filipinos asistieran a su funeral. Marcos no se conformó con perseguirlo ni encarcelarlo. Su muerte levantó a las masas del letargo de casi dos décadas de ley marcial.
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La viuda de Benigno, Corazón Aquino tomó la posta y se presentó como candidata en las elecciones de 1986. Como era de esperarse Marcos ‘ganó’ por una estrecha diferencia. Sin embargo, el dictador no pudo celebrar su victoria porque el ejército le dio la espalda y nombró a Corazón Aquino presidenta. La gente salió a las calles para apoyar a los soldados rebeldes.
“Les informo a ustedes, a nuestras fuerzas leales, que estamos aquí. No vamos a abandonar el cargo presidencial”, declaró Ferdinand Marcos en un mensaje a través de la televisión oficial, rechazando las apelaciones del gobierno del presidente Ronald Reagan para facilitar una pacífica transición del poder.
Mientras tanto Corazón Aquino se dirigía a una multitud que la vitoreaba en un estadio deportivo. A pesar del toque de queda los filipinos continuaron en las calles.
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Marcos prometió luchar “hasta la última gota de sangre”, pero abandonó el país a cambio de salir con su esposa Imelda y sus familiares. Su destino era la isla de Guam, un territorio bajo administración estadounidense. Marcos dejó Filipinas a bordo de un helicóptero estadounidense con las malestas llenas de oro y diamantes.
Al conocerse la noticia los filipinos encendieron fuegos artificiales y quemaron retratos del dictador y su esposa. En algunos barrios la gente sacó en procesión imágenes religiosas como la de Santa Rosa de Lima. Corazón Aquino juramentó como la primera presidenta de Filipinas.
Su muerte en el exilio
Ferdinand Marcos fue acusado de apoderarse de 10,000 millones de dólares durante sus 20 años de dictadura. Tenía 72 años cuando murió el 28 de setiembre de 1989, unos tres años y medio después de haber iniciado su exilio en Hawai.
En 1993 el cuerpo embalsamado del dictador fue depositado en un mausoleo ubicado en su provincia natal de Ilocos Norte. Su viuda Imelda Marcos, famosa por su estilo de vida y su colección de cientos de zapatos, tiene 86 años y es diputada por dicha ciudad. Los hijos de Marcos participan activamente en la política de su país.