Un poco de buena suerte nunca hace daño. Y para eso, no hay objeto en el que se confíe más que en un amuleto. Por ejemplo, la diseñadora Diane von Furstenberg tiene uno muy personal y que al parecer, nunca le ha fallado. “Mi papá me dio una moneda de oro que él se escondía en uno de sus zapatos durante la guerra. Él me lo dio cuando era una niña y ahora yo lo pego a mi zapato para cada uno de mis desfiles”, contó a una revista.
Otro diseñador europeo que no escapaba a las supersticiones es el italiano Gianfranco Ferré. Él falleció en el 2007, pero sus asistentes comentan que el detestaba el número 17 porque en Italia es símbolo de la mala suerte. Por eso, es sus desfiles nunca existían una fila ni asiento con ese número. Y como él, se sabe que Alexander McQueen o André Courrèges tuvieron sus propias supersticiones que repitieron año tras año.
Sin embargo, ninguno fue tan creyente en el esoterismo como Christian Dior. Él estaba convencido de que el destino ya estaba escrito y, entre sus amuletos, se encontraban el color rojo, las estrellas de cinco puntas y la letra “V”. Además, antes de cada desfile, consultaba las cartas de tarot y tenía una vidente particular que lo asesoraba y no hacía nada sin consultarle primero.
Así, vemos que a la moda y el mundo de las cábalas, los separa una línea muy delgada. Si tuvieras que elegir, ¿cuál sería tu amuleto de la suerte?
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