LUIS GARCÍA BENDEZÚ
Las clases en los colegios públicos del país empezarán el 10 de marzo. Para esa fecha, los 943 mil alumnos de las escuelas estatales limeñas deberán contar con un profesor en el aula. Además, el Ministerio de Educación (Minedu) tendrá que haber repartido sus textos escolares y reparado la infraestructura de los colegios de la capital con un fondo de S/.21 millones.
Este año el gran reto del sector es que el fondo de mantenimiento se ejecute de forma eficaz. En la capital hay 5.032 colegios y al menos el 40% de ellos necesita algún tipo de reparación, según fuentes de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (Drelm).
La semana pasada el ministro de Educación, Jaime Saavedra, explicó que el fondo de mantenimiento será asignado al director de cada colegio para agilizar las remodelaciones. Marcos Tupayachi, jefe de la Drelm, señaló que en Lima cada colegio recibirá entre mil y 30 mil soles, “dependiendo de su tamaño y necesidad”.
José Ramos, presidente de la Confederación Nacional de Apafa del Perú, cree que el Ministerio de Educación comete un error al asignar el fondo de reparación a los directores. Según él, se debería pedir la opinión de los padres de familia.
“Las Apafa saben cuáles son las necesidades de los colegios. Somos los padres de familia quienes cubrimos las deficiencias, nosotros reparamos las escuelas, pagamos al portero y, a veces, hasta al profesor de educación física”, dice Ramos.
Las carencias de los colegios públicos limeños son evidentes. La institución educativa República de Argentina, por ejemplo, está en Barrios Altos y pide a gritos una reparación. Una parte del colegio es de adobe, sus baños parecen sacados de una cárcel y muchas de las carpetas están rotas. El año pasado, los padres de familia costearon las reparaciones.
No solo la deficiente infraestructura preocupa a la directora de este centro educativo, Lusila Moreano. Ella fue profesora de matemática por más de 20 años y asegura que los libros de esa materia repartidos por el Estado son de baja calidad, comparados con los que se utilizan en los colegios privados.
Cecilia García, responsable del Observatorio Nacional de Textos Escolares, que depende del Minedu, indica que los textos que usan los niños son elaborados por un comité de expertos y “aseguran una calidad básica e indispensable”.
INDECOPI FISCALIZA A PRIVADOSEl 49% de escolares limeños estudia en colegios privados. Aunque los centros educativos particulares tienen libertad para asignar sus precios de matrícula y pensiones, el Indecopi advierte que las escuelas tienen obligaciones para no caer en cobros indebidos.
En lo que va del año, el Indecopi ha iniciado investigaciones a los colegios Sophianum Zapallal, Divino Maestro de Pro, San Benito de Palermo y San Antonio de Padua por, presuntamente, haber recibido beneficios de la editorial Bruño a cambio de exigir a los alumnos la compra de sus textos escolares.
Las editoriales San Marcos, Corefo y Coveñas también son investigadas por haber vendido libros escolares y cuadernos de trabajo en un solo paquete. Según Anahí Chávez, directora de la Autoridad Nacional de Protección al Consumidor del Indecopi, los cuadernos de trabajo, que solo se usan una vez, deben ser vendidos por separado.
El Ministerio de Educación advierte, además, que los colegios privados no pueden evaluar a los niños para darles una vacante. “Estos exámenes pueden dañar el desarrollo emocional de los menores”, remarca Marcos Tupayachi.
El funcionario informó a El Comercio que la semana pasada detectaron dos colegios privados en Lima norte que funcionaban sin licencia en un hostal y una cochera.
Aunque el Minedu puede negar la licencia a una escuela y denunciarla ante la fiscalía, son las municipalidades las responsables de clausurar los centros infractores.