ROSA AQUINO ROJAS
Es conocido lo caótico que resulta subir a un ómnibus del Metropolitano en Naranjal, la estación con más público y que en hora punta parece un hormiguero de pasajeros. Pero, ¿cómo se llega allí?, ¿en qué estado se encuentran las pistas por donde transitan los buses de las 16 rutas alimentadoras del tramo norte?
Baches, polvo, cerros de basura y falta de señalización son características de los paraderos y trayectos (distancias de entre 5 y 15 kilómetros por viaje) que recorren los vehículos amarillos y anaranjados entre Naranjal y distritos como Carabayllo, Comas, Los Olivos y Puente Piedra.
Los huecos y pistas dinamitadas afectan a las llantas, la carrocería, los sistemas de amortiguamiento y dirección de los ómnibus, pero, sobre todo, aumentan el riesgo de accidentes. “Para reparar estos daños debemos invertir un 3% adicional del costo de mantenimiento para las unidades”, dice José Luis Díaz, representante del concesionario Lima Bus Internacional. En cifras reales, los sobrecostos por las malas condiciones de las vías equivalen a S/.1 millón anual para cada una de las cuatro empresas operadoras. Las avenidas en estado más crítico son Metropolitana y Universitaria (por donde circulan los servicios con más demanda, Tungasuca y Santo Domingo). También, las avenidas Los Olivos, Carlos Izaguirre y Trapiche. ESTACIONES SIN LETREROUn alimentador de la ruta Bertello se detiene, por ejemplo, en un tramo de la Av. Canta Callao. No hay paradero con plataforma y techo, ni siquiera un cartel que indique que allí se recogen pasajeros, solo hay basura amontonada, pero igual el ómnibus abre sus puertas. “No se trata de un paradero informal, sino que se robaron el letrero”, explica una vecina. En esa misma situación están, según estimaciones de los operadores, un 40% de los embarques alimentadores. Solo el 5% tiene mobiliario adecuado (techo y plataforma).
Según la Ordenanza 341, la Municipalidad de Lima es la encargada del mantenimiento, rehabilitación, señalización, semaforización y mobiliario urbano en las vías arteriales y colectoras del Metropolitano.
Segundo Martínez, gerente de Infraestructura de Pro Transporte, aseguró a El Comercio que la rehabilitación de las pistas es programada luego de que los operadores las notifican. En enero, Emape intervendrá la antigua Panamericana Sur, donde pasa la ruta Villa El Salvador y, antes de mayo, las vías Metropolitana y Universitaria. “La mejora de la señalización es posterior”, anotó Martínez. MOTOTAXIS Y COLECTIVOSCorregir la infraestructura no es la única preocupación de los concesionarios. Según ellos, hay pérdidas económicas por los mototaxis, colectivos y combis que obstaculizan los paraderos. El gerente de Operaciones de Pro Transporte, Gustavo Gutiérrez, dice que esporádicamente se fiscaliza la ocupación de estas vías. Los concesionarios lo niegan y añaden que ello afecta el servicio.
LA DEMANDA EN EL NORTE650 mil pasajeros, aproximadamente, utilizan a diario las rutas alimentadoras del tramo norte, según la base de datos de los operadores de ómnibus.