Todos los martes, desde hace cuatro años, Pilar Pedraza cruza la ciudad en su auto azul al lado de un grupo de voluntarios hasta llegar al Villa María del Triunfo.
El paisaje es agreste pero la alegría siempre es la misma. Allí ella lidera un proyecto fotográfico para niños, llamado Verte-MirArte. A través del pinhole, despierta la curiosidad e imaginación de los pequeños.
Pilar es delgada y pequeña, uno se pregunta cómo hace para mantener la constancia en una actividad donde el pago sólo es espiritual.
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