El organizador de la carrera de piques legales, donde murió el padre del futbolista Diego Gonzales-Vigil, defendió las medidas de seguridad en la pista del autódromo de La Chutana, escenario del terrible accidente: “Se toman todas las medidas necesarias. Pero es imposible evitar el riesgo”.
Galo Giraldez, presidente del Club de Autos Deportivos (Cadepor) reconoció que “era la primera vez que se hacía una carrera de aceleración de noche”; sin embargo, apuntó que al momento de los hechos recién estaba oscureciendo. Además, dijo, se habían instalado grupos electrógenos.
“Y había una iluminación suficiente en la pista. Obviamente, la iluminación de noche no es lo mismo que lo de día. Hicimos dos pruebas de iluminación. Si nosotros hubiéramos detectado o los pilotos se hubieran quejado de que la iluminación era insuficiente, hubiéramos suspendido inmediatamente la carrera”, manifestó a RPP.
Giraldez refirió también que el auto de Gonzales-Vigil tenía faros de iluminación instalados, aunque dijo desconocer si estos se encontraban prendidos.
Luego resaltó que se cumplieron estándares de seguridad con las llantas al lado de la vía, pero “el impacto ha sido tan fuerte que (al auto) ha llegado a desplazar una cantidad enorme de llantas” e impactar contra un muro.
“SE TRABÓ EL ACELERADOR”Aunque manifestó que las causas del accidente serán determinadas tras las investigaciones respectivas, el presidente de Cadepor dijo sospechar que ocurrió una falla mecánica, pues “lo extraño del caso es que el auto, hasta el momento de la colisión, sigue acelerando. Yo presumo que el acelerador, por alguna causa, se quedó trabado”.