En la Universidad Telesup reza el eslogan: “El mejor gestor te enseñará cómo gestionar”. La referencia es al alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, a quien en los últimos días dos diferentes gremios profesionales han reprobado por sus obras improvisadas.
En la publicidad de los diplomados que la Escuela de Gestión Pública de Telesup ofrece –entidad investigada por uso indebido de recursos públicos, y aportes fantasmas al partido del alcalde, Solidaridad Nacional–, Castañeda se luce en las fotos como el gran planificador, con los pétreos viaductos del Servicio Metropolitano como paisaje de fondo.
Pero la Unión de Estudiantes de Arquitectura de Lima y las máximas autoridades de la Universidad Nacional de Ingeniería, cada cual a su modo, no comparten el mismo soleado juicio.
Unos mil quinientos integrantes de la unión marcharon el viernes por la avenida Arequipa, protestando pacíficamente contra el controvertido ‘by-pass’ que el alcalde quiere construir. Por otro lado, la Universidad de Ingeniería emitió una contundente resolución rectoral en la que hace trizas la pertinencia y utilidad del mismo mamotreto de cemento.
Los especialistas coinciden en que el principal fin de la obra proyectada: el alivio del tráfico en esta congestionada zona del Cercado, no solo no se logrará sino que empeorará con los viaductos que pretenden desarrollar.
El informe de la UNI puntualiza que el paso a desnivel proyectado trasladará el problema de congestión de la avenida 28 de Julio hacia las intersecciones contiguas, causando peores embotellamientos. También los usuarios del transporte público –el 80% de la población que transita por la zona– se verán forzosamente desplazados hacia paraderos aún por definir.
Los estudiantes de arquitectura resaltan también que una obra similar realizada por Castañeda durante su anterior gestión, el ‘by-pass’ de la Avenida de Habich, llamado a aliviar la tensión en la intersección de esta con la carretera Panamericana Norte, ha fracasado. Sobre ella se producen severos cuellos de botella que demostraría lo improductivos que son estos pasos cuando no están vinculados a planes más generales.
Lo que hacen notar estos especialistas es un problema de fondo: la corta visión gerencial del alcalde, el mismo que no está comprendiendo que la ciudad ahora como nunca antes requiere soluciones integrales para el transporte público masivo, y no en monolitos cuyos efectos visuales apenas autogratifican a autoridades ancladas en vetustos paradigmas del siglo pasado.
El ‘by-pass’ de 28 de Julio debe cancelarse porque va a traer más problemas que soluciones, y en el mejor de los casos apenas tendrá una minoritaria incidencia sobre 1 de cada 4 ciudadanos.
Esta errática mirada de la gestión pública ya le está pasando la factura a Castañeda. Se agrega a las mucho más graves que tendrá que afrontar ahora cuando le toque responder por los presuntos aportes irregulares que el dueño de Telesup ha venido haciendo en sus campañas electorales. Algo por lo que también puede resultar jalado.