En el Día de los Muertos, el cementerio Virgen de Lourdes, en Villa María del Triunfo, se llenó de fiesta. Ayer, miles de personas poblaron las 60 hectáreas del camposanto más grande del Perú, cuyo número de nichos ha crecido hasta colindar con las casas ubicadas en lo alto del cerro, en los asentamientos humanos San Juanito y Pampaleón.
Aunque vivir cerca a los muertos no parece molestar a los pobladores, la comuna del distrito quiere separarlos. “Hemos aprobado un proyecto para cercar con arbustos la zona del camposanto y delimitarlo con las casas. Además de colocar áreas verdes y señalizar la zona”, explicó Jorge Chocos, subgerente de Registro Civil y Cementerios del municipio.
Poner en marcha este proyecto dependerá del censo que la comuna realice en el 2015 para saber la cantidad de casas y nichos que pueblan los tres cerros del cementerio. Las viviendas fueron instaladas hace más de 30 años.
Leonarda Castillo fue una de las primeras pobladoras. Ella llegó cuando el cementerio se veía muy lejos de su hogar. “No pensé que crecería tanto, pero los muertos no molestan. Lo que molesta es la basura que se acumula, las botellas de alcohol y la poca vigilancia”, dijo.
RIESGO A LA SALUDEl director de Ecología y Protección Ambiental de la Dirección General de Salud (Digesa), Elmer Quichiz, señaló que la cercanía de nichos y casas aumenta el riesgo de contraer el dengue. Ello porque en las flores con agua que se colocan en las tumbas se incuba el insecto que contagia la enfermedad.
“El Ministerio de Salud ha prohibido que coloquen agua en los floreros, pero la gente no hace caso. La solución vendría por alejarlos más del cementerio”, señaló.