El año que hoy empieza trae el ADN del que se fue. ¿Qué herencia le deja el 2015 a Lima? Indaguemos en cuatro campos claves para el futuro:
1. ¿Lima va camino a ser más humana y menos excluyente? Creo que no; se ha incrementado la inseguridad. Hay un accidente fatal de tránsito cada 12 horas; 450 mil familias siguen careciendo de vivienda digna y mas de 1 millón de agua y desagüe. Se ha reducido la pobreza, pero continúan las invasiones de terrenos y no hay nuevos espacios públicos que democraticen la ciudad. La ampliación del Metropolitano, la línea 1 del metro; el inicio de la línea 2 que unirá al Callao con Ate y la reforma del transporte reducirán las brechas de accesibilidad, pero siguen al margen de una visión integral de ciudad menos desigual.
2. ¿Se atiende al cambio climático y los recursos naturales? Poco. Hay algunas acciones para enfrentar el fenómeno de El Niño, pero cero inversión estratégica en prevención de desastres naturales como un terremoto o un tsunami. Entre tanto, en los valles de la capital se continúa sembrando cemento sin aumentar las áreas verdes.
3. ¿En materia de gobernabilidad? Ningún avance. No se ha mejorado la deficiente estructura administrativa de 43 distritos ; más bien se siguen creando nuevos. No ha habido ninguna iniciativa legislativa de los congresistas por Lima y tampoco apoyo del Gobierno Central. Lima continúa siendo la capital con menores recursos en América Latina, mientras la inversión privada disminuyó un 23%, según Capeco.
En los municipios distritales hay poco que rescatar, con excepción de Miraflores que ha avanzado en transparencia y movilidad sostenible y Villa El Salvador, cuyo alcalde ha sido considerado el mejor, según una encuesta de CPI.
El gobierno metropolitano priorizó la infraestructura vial y el apoyo a los asentamientos humanos. Terminó el año con un 65% de aprobación.
En el segundo semestre del 2015, fui invitado por la Alcaldía de Lima para aportar, como parte de un equipo, en cinco grandes proyectos de impacto metropolitano: una nueva visión para la Costa Verde y La Herradura, renovación urbana en el cerro San Cosme, un parque lineal en el río Rímac y desarrollo de vivienda popular en la periferia.
Todos los proyectos parten de una visión de ciudad aprobada en el Plan Regional de Desarrollo Concertado y están socialmente legitimados. Su implementación podría representar el inicio de una hoja de ruta de consensos para la metrópoli y una oportunidad para tratar uno de los aspectos controvertidos de la gestión: la comunicación.
4. ¿Y la marca Lima? Avanzó. Hubo un incremento de la oferta hotelera, recibiendo la mayor cantidad de visitantes en América Latina, por su gastronomía, patrimonio y mar, pero quedó en la cola como ciudad competitiva en las ligas mayores de la APEC por problemas de infraestructura, seguridad, transporte y gestión. Lo que deja en evidencia la enorme materia prima que tiene la capital para convertirse en una ciudad ícono, pero también que necesita de un pensamiento ordenador que la gobierne.
Estimados lectores: gracias y ¡un próspero 2016!