ANA BRICEÑO
¿Usted tuvo que ver con la colocación de la escalera?He participado en todo el proceso, desde cuando se hizo el estudio de la estación del tren. Al comienzo esa estación se llamaba Martinete. La entonces ministra de Cultura, Susana Baca, y yo planteamos que se le cambiara el nombre por Presbítero Maestro para darle sostenibilidad futura en temas de turismo cultural al cementerio.
¿Qué responde a los que critican esa estructura?La escalera no daña el cementerio y cumple con todas las normas internacionales de conservación,es irreversible, no toca el monumento, está a 50 cm del ultimo nicho que no es la parte más antigua y data de 1950. Habrá una estación segura.
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Así se ve la escalera desde el interior del recinto. (Foto: Dante Piaggio)¿Por qué?La gente accederá a un museo de sitio. Luego bajará las escaleras para entrar al cementerio con la seguridad dada por el municipio de Lima. ¿La escalera no daña el monumento histórico?No. Hubo tres planteamientos que se vieron en Cultura . Primero colocar una puerta que conecte el museo de sitio con el cementerio y, luego, un ingreso peatonal subterráneo, pero por la estructura no lo soportaba. Por eso apostamos por una escalera, que cuenta con la aprobación de la Red Internacional de Gestión y Valoración de Cementerios Patrimoniales.
¿Qué fines tendrá la asociación civil Museo Cementerio Presbítero Maestro que ha creado hace pocos meses?Promover actividades para la defensa, conservación, promoción y difusión del cementerio. El viernes 20 tendremos nuestra primera actividad: arreglar los baños colindantes a la puerta 3. También contrataremos a 10 restauradores de esculturas para impulsar el programa Adopte una Escultura. Ya tenemos a cuatro padrinos interesados. Queremos que más turistas vengan.
Pero la gente exige seguridad en la zona externa.Sobre ello, la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana va a comprar cámaras de video y contratará nuevo personal. Quieren crear una unidad de administración cultural porque es un gran atractivo turístico.
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Otra postal de la polémica escalera. (Foto: Dante Piaggio)