Si bien el Metropolitano y el metro solo atienden alrededor del 10% de la demanda de transporte público en la capital (entre 4% y 5% en el caso del primero y entre 3% y 5% en el caso del segundo), la mayoría de sus usuarios se muestra complacida con ambos sistemas de transporte. De hecho, según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, el 70% y el 64% de los usuarios se sienten satisfechos con el metro y el Metropolitano, respectivamente.
Para el especialista en transporte, Lino de la Barrera, la satisfacción entre los usuarios de estos sistemas indica que el limeño ya experimentó un estándar nuevo de viaje y lo aprueba.
A pesar de que estos dos sistemas de transporte han tenido un impacto positivo en la movilidad y en la calidad de vida de algunos capitalinos, lo cierto es que aún la mayoría de limeños (70%) sigue usando unidades del servicio de transporte regular: combis, coasters y buses. Este sistema se rige por el modelo comisionista afiliador, según el cual empresas (‘cascarón’) tienen autorización de las rutas, pero generalmente no son dueñas de los buses ni tienen relación laboral con los choferes y cobradores. Al no tener sueldos fijos, estos compiten por pasajeros y generan caos y accidentes.
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EN ESTE ESCENARIO, UN PALIATIVO
Cuando estén listas las seis líneas del metro planteadas por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), se espera cubrir la mayor parte de la demanda. Sin embargo, el MTC no tiene un estimado de cuándo sucederá esto.
Diversos expertos en transporte coinciden en que deben adoptarse acciones de corto y mediano plazo, enfocadas principalmente en la implementación de los cinco corredores complementarios (que cubrirán el 40% de la demanda, según un informe de la firma Taryet elaborado durante la gestión de Villarán). Asimismo, deben adoptarse acciones destinadas a ampliar la oferta del servicio del Metropolitano y del metro: aumento de buses y vagones, así como de su frecuencia. Finalmente, es fundamental que se integren los sistemas de recaudo de ambos medios.
PLANES INMEDIATOS
Rodrigo Fernández, gerente de Relaciones Institucionales de la Línea 1 del Metro, anunció a El Comercio que su empresa negocia con el MTC y el MEF una adenda al contrato de concesión para agregar 20 trenes a la actual flota de 24. Esto reducirá la frecuencia entre trenes de seis a tres minutos. Según el vocero, no hay plazo para la firma de la adenda, pero una vez suscrita, se ordenará la compra y pasará alrededor de un año para que los dos primeros trenes lleguen de Europa. Vendrán por barco de dos en dos y comenzarán a operar progresivamente.
Por otro lado, Pro Transporte confirmó a este Diario que la troncal del Metropolitano para buses articulados será ampliada 10 km hasta la zona de Chimpu Ocllo en Carabayllo, aunque no dio plazos. Se sumarán 30 buses articulados a los 300 actuales. Esa ampliación al norte, según la entidad municipal, beneficiará a 160 mil personas.