La Municipalidad de Lima está preparando una ordenanza para compensar económicamente a los propietarios de casonas declaradas patrimonio cultural en el Cercado, pues los dueños de estos predios no pueden construir pisos adicionales en sus inmuebles por su particular condición.
¿Cuál sería el método? El dueño de un edificio que quiera construir más pisos que los que la zonificación del Cercado permite pagará a un propietario de una casona el precio de sus “aires” como compensación por exceder la norma. El constructor y el propietario deben coincidir en el número de pisos. El dueño de la casona se comprometería a mantenerla en condiciones adecuadas.
Con la compensación monetaria, la comuna espera promover la conservación o restauración de estos inmuebles, según Carlos Castillo, presidente de Emilima. El concejo municipal aún debe evaluar el proyecto. Si lo aprueba, la comuna registraría las casonas que no estén en abandono ni tugurizadas. Un tasador determinaría cuántos pisos podría haber construido el dueño del predio sobre este y la suma de los precios de las áreas en el total de pisos.
El reglamento de la ordenanza especificaría en qué consistiría ese mantenimiento y cuántos pisos más podrían tener los edificios. Pero el acuerdo no obligaría al dueño de la casona a invertir el dinero en esta, según Castillo.
Julio César Castiglioni, experto en derecho municipal, considera que esta ordenanza sería populista y antitécnica: “Se prestaría a abusos, discriminaciones, influencias. Desnaturalizaría la zonificación del Cercado y desordenaría la construcción”.
Alberto Martorell, presidente del Comité Peruano de Monumentos y Sitios, cree en cambio que el proyecto funcionaría si se combina con medidas de reducción de impuestos a los dueños, facilidades para créditos pro restauración, seguridad en sus barrios y mecanismos para evitar la especulación de los “aires” de las casonas.