LOURDES FERNÁNDEZ CALVORedactora de sociedadLa violencia no es lo único que actualmente usan los asaltantes para vaciar una casa en pocos minutos. Lamentablemente, se han vuelto más astutos. “Los delincuentes son más hábiles. Tienen una manera más elegante y menos riesgosa de vaciarte la casa sin dejar rastros evidentes”, cuenta Urbano Silva, jefe de la División de Investigación Criminal La Molina-Cieneguilla de la PNP.
MIRA AQUÍ LAS NUEVAS MODALIDADES Precisamente, en La Molina, los asaltantes de casas ya han puesto en práctica una nueva forma de estafar y robar sin hacer más esfuerzo que el de engañar a las empleadas del hogar. La nueva farsa, que ya tuvo dos víctimas este año y ocho en el 2013, es la del embargo. Según la policía, los delincuentes, quienes conocen todos los datos y horarios de cada uno de los integrantes de la familia, llaman a las empleadas fingiendo ser los dueños de la casa e inventan una historia de novela. “Les piden llorando entregar todo lo de valor a un supuesto familiar para evitar el embargo”, cuenta Urbano. Lo más sorprendente es que ahora los sujetos han llegado hasta a bloquear la salida de las llamadas telefónicas de la misma casa.
LA SITUACIÓN EN MIRAFLORES Y LA MOLINA Así le sucedió, hace cuatro días, a la familia Urbina Sánchez. Su empleada del hogar Asalita Merino Enciso, de 18 años, llamó a la oficina de su jefe para corroborar la veracidad del embargo. No obstante, quien le respondió fue el mismo delincuente. Solo con ese par de llamadas, con gritos y sollozos incluidos, los asaltantes se apoderaron de joyas y objetos valorizados en 45 mil dólares. Para la policía, los asaltantes se han convertido en verdaderos expertos de inteligenciay esto se refleja en las singulares modalidades que van perfeccionando con el tiempo. Las viviendas de Miraflores no han sido la excepción. Solo en diciembre del año pasado, los asaltantes sobrepasaron las estafas y han llegado a la extorsión. Luego de embaucar a las trabajadoras del hogar y obtener las pertenencias más valiosas de la familia, los hampones llaman a los dueños y aprovechan su desesperación para chantajearlos. “Juegan a las emociones. Les dicen que tienen sus cosas y les piden que depositen un dinero en una cuenta bancaria. Ellos abonan el dinero y nunca les devuelven nada”, detalla el suboficial Edu Nevado, del Departamento de Investigación Criminal de la comisaría de Miraflores. ¿Cómo obtienen la cuenta? Los sujetos seducen a personas necesitadas de dinero y les pagan entre S/.100 y S/.200 para abrir una cuenta en un banco. “Las buscan en Comas y Villa El Salvador. Todo es en base a astucia y engaño”, precisa. En Surco, según la comisaría de Monterrico, al mes hay unas tres denuncias de robo a través del engaño a la empleada. Pero esa no ha sido la única modalidad. El año pasado 20 viviendas de la zona fueron asaltadas por delincuentes que brincaron por los jardines traseros. Pero estos robos se redujeron luego de que esta dependencia capturara en junio a una banda de cinco avezados sujetos que, para pasar desapercibidos, usaban una camioneta con una placa falsa de un alto funcionario público.LOS ‘TOCATIMBRE’ DE SAN BORJAEn San Borja la situación fue similar. Según la Divincri San Borja-Surquillo, en el 2013 hubo 40 denuncias por asaltos a casas. En varias zonas del distrito, los vecinos fueron sorprendidos por los ‘tocatimbre’. Para el ex director de la policía Gustavo Carrión, estas nuevas modalidades ponen al descubierto que los delincuentes están mejor equipados que la policía. “Ese es trabajo de inteligencia y la policía está en desventaja”, comenta. En tanto, los municipios aseguran que incidirán en la prevención con los vecinos. El gerente de Seguridad Ciudadana de Miraflores, Augusto Vega, contó que la comuna realizó a fines del 2013 una campaña informativa en 52 mil casas. Además, dijo que el robo de viviendas ese año disminuyó en 45% con relación al 2012. Fernando Martínez, gerente de Seguridad Ciudadana de La Molina, afirmó a El Comercio que se dan charlas a los vecinos y a las empleadas del hogar para que estén alertas. Además, dijo, el patrullaje de serenazgo se ha intensificado.