Pamela Sandoval Del Águila / @padmejones
Aunque su identidad aún se guarda bajo siete llaves en las sedes de Pro Transporte y la Municipalidad de Lima, agentes de la Magaly Solier, mientras ambos hacían uso del Metropolitano.
El caso ha indignado a miles de limeños, ya sea por el abuso perpetrado por el sujeto en cuestión o porque las autoridades dan la impresión de recién tomarse en serio la seguridad de las mujeres, luego de que una celebridad fue la víctima.
Esta última apreciación fue descartada por Silvia Loli, gerente de la Mujer de la comuna capitalina, quien precisó que todos los casos les merecen la misma atención e invocó a más mujeres a buscar ayuda de los vigilantes, choferes o trabajadores del Metropolitano, ni bien se sientan agredidas durante el servicio.
Sobre el caso Solier, agregó que si bien la propia actriz ya identificó el viernes al hombre que la manoseó, y presentó una denuncia en la citada comisaría, solo la Policía tiene la facultad de revelar quién es el acusado.
“La identificación preliminar que hizo Pro Transporte ya fue derivada a la Policía. Nosotros no tenemos facultades para detener a nadie. Como Lima no hemos difundido ningún nombre porque hay un proceso judicial en curso. Quienes pueden hacer conocido quién es y si fue capturado es la Policía”, aseveró.
Según Loli, hasta el momento la PNP se habría dedicado a cotejar con el Reniec la identidad del supuesto agresor. No obstante, fuentes policiales dan cuenta de una búsqueda incluso en la vivienda donde residiría el imputado.
El Comercio, a través del servicio Reportube, también recibió información de algunos cibernautas el fin de semana sobre la posible identidad del agresor de Solier. Sin embargo, al ser solo indicios sin mayor evidencia, tampoco pueden ni deben ser hechos públicos en medios de comunicación.
“El siguiente paso es la captura. La Policía Nacional ya está en eso”, insistió Loli.
El caso de Solier elevó a 17 el número de procesos iniciados contra hombres por tocamientos indebidos a mujeres en la red del Metropolitano. Las agraviadas recibieron asistencia legal y psicológica del programa municipal Warmi Wasi.