Sobre la cama de Kelly han colocado su buzo de colegio, sus zapatillas y sus cuadernos. Cursaba el cuarto año de primaria en el plantel Virgen de Fátima-Leticia de Supe (Barranca) y su última tarea había sido redactar un cuento. Lo tituló “El tigre y el mono”. “Era una niña muy alegre, muy inteligente, muy linda”, dice su abuela, Zenobia Ramos.La niña fue secuestrada el sábado y su cuerpo fue hallado el lunes. Ayer más de 100 personas llegaron a su casa para velar sus restos. Luego se unieron otras 200 para acompañar el féretro hasta el cementerio de Barranca. Ahí la gente se trepó a los bloques de nichos para poder ver su cajón hasta el último momento. “Nos han perjudicado”, dijo su tío Darío. “Todos sentimos el dolor”, agregó una vecina que pertenece a la comunidad israelita.
Kelly acababa de cumplir 10 años en setiembre. Había dado un estirón y le llegaba al hombro a su mamá. Le gustaban Mickey Mouse y las matemáticas.Su familia –los padres de Kelly, sus abuelos maternos, sus tías y sus dos hermanitos– vivía en unas casitas de esteras a media cuadra de la antigua Panamericana Norte, en Supe.
El sábado su mamá, Gloria Páucar, le hizo uno de sus platos favoritos: alverjitas. Almorzaron juntas y luego ella se fue a trabajar a la chacra, cruzando la carretera. Su papá también estaba fuera de casa. Kelly se quedó con sus dos hermanos y su abuela. Como hacía calor, preparó gelatina y fue a venderla por los alrededores. “Siempre venía a ofrecernos”, dicen dos trabajadoras del grifo Terpel, cuya cámara de vigilancia registra los instantes previos a que la pequeña fuera secuestrada. “No le compramos nada el sábado. Se fue hacia arriba, pero en el camino se le cayeron algunos vasitos y cambió de dirección hacia la Panamericana”, recuerdan.
Serían las 4:30 p.m. En ese momento Julio César Arquinio Giraldo, de 21 años, aprovechó para secuestrarla. Según su propia confesión, contó con la complicidad de un mototaxista de 17 años, que también está detenido.
La niña fue llevada a una casucha a la entrada de Caral y allí estuvo en cautiverio hasta el domingo. Según el certificado de necropsia, fue violada, golpeada y estrangulada. Su cuerpo fue arrojado a un descampado.
Sandro Milla, abogado de los padres de Kelly, pedirá cadena perpetua para los asesinos. Arquinio Giraldo confesó que él y su cómplice secuestraron a la menor, la violaron cuando estaba en cautiverio y luego la abandonaron maniatada.
La ministra de la Mujer, Ana María Mendieta, también solicita la máxima sanción. “La crueldad con la que se han perpetrado los hechos así lo amerita”, añadió. La fiscal provincial Sarita Rodríguez Sandoval, del Primer Despacho de Decisión Temprana, ha pedido 9 meses de prisión preventiva para Arquinio Giraldo. La audiencia se realizará hoy a las 4 p.m. en Barranca.
En la campiña de Supe, donde vive Arquinio, los vecinos señalan a su madre, pero ella lo niega. “No lo conozco”, dice. En tanto, ayer continuaron las protestas por parte de vecinos indignados, quienes exigen justicia.
—Antecedentes—Desde el año pasado Arquinio, que es obrero, merodeaba Supe en busca de menores de edad a quienes atacar. El 23 de octubre del 2017 fue acusado de extorsionar y acosar sexualmente durante cinco meses a una adolescente de 14 años. La madre de la víctima contó a la policía que este la acechaba desde un mototaxi rojo e intentaba secuestrarla. “Ha amenazado a mi hija con que va a disparar a sus hermanitos si ella no le hace caso”, denunció la mujer.
Pero Arquinio no fue encarcelado. Es más, comenzó a hacer propaganda electoral en sus cuentas de Facebook. Decía que quería ser regidor y, según afirmaba, ya lo habían acogido en un partido (aunque no fue incluido en ninguna lista).
En enero de este año fue intervenido por robo y tocamientos indebidos a una menor de 16 años. La estudiante contó que Arquinio y un cómplice, quienes iban en una moto negra sin placa, la atacaron y le robaron su celular.