La Policía Nacional del Perú (PNP) logró resolver el caso de un niño de dos años que fue envenenado con raticida, en San Juan de Lurigancho, hace una semana. Las investigaciones determinaron que la persona que cometió el intento de homicidio no fue su padre, como se sospechaba en un inicio, sino su madre, quien se vio obligada a confesar ante las evidencias.
Pelé Avelino Méndez Solórzano (33) había sido detenido por la Policía al ser acusado de supuestamente pretender asesinar a su hijo y a su ex pareja, identificada como Alicia Centeno Asto (22), en una casa ubicada en el asentamiento humano 28 de Julio, en la zona de Campoy.
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En su defensa, Méndez Solórzano señaló ante la Policía Nacional que no es responsable de lo ocurrido y que fue él quien auxilió a su cónyuge e hijo, ya que los trasladó al hospital Hipólito Unanue.
Al ser interrogada, la mujer entró en imprecisiones, por lo que los agentes de la Depincri de San Juan de Lurigancho decidieron investigarla. Al registrar su vivienda, los policías hallaron el raticida en su cartera. Además, recorrieron distintas ferreterías ubicadas cerca de la casa, hasta que uno de los propietarios la reconoció, a través de una foto, como la persona que le compró el producto.
Frente a la evidencia, Alicia Centeno Asto tuvo que reconocer el hecho, pero trató de justificarse al afirmar que Pelé Méndez Solórzano no le quiso entregar dinero para pagar el recibo de luz y el alquiler de la habitación en la que vivía. Aseguró que el hombre no cumplía con la manutención de su hijo.
“Estoy arrepentida de haber hecho todo eso, yo sé en mi conciencia lo que hice, por eso estoy aclarando todo, y solo quiero volver junto a mi hijo”, afirmó a Latina. “Se me nubló la mente de tanta discusión porque yo no aguantaba”, agregó.
El menor se encuentra fuera de peligro y está bajo tutela de las autoridades. La mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público.