Las llamas en Cantagallo ya se extinguieron, pero la incertidumbre de la comunidad shipibo-konibo continúa encendida. Si bien una parte de los afectados se trasladó al albergue temporal que la municipalidad instaló en la zona denominada Martinete, en Barrios Altos, la ubicación final de todas las familias no está definida.
La Municipalidad de Lima (MML) continúa recibiendo críticas por haber anulado el proyecto Río Verde, ya que este contemplaba la reubicación de la comunidad shipibo-konibo a un terreno en Campoy, con fondos que fueron desviados para la ejecución del ‘by-pass’ de 28 de julio.
#Cantagallo: Así es el terreno de Campoy donde podrían ser reubicados shipibos afectados por incendio https://t.co/0aKEBsyYPv pic.twitter.com/UigcIv1UxU— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 6 de noviembre de 2016
El municipio respondió a estas críticas en un aviso publicado en varios medios de comunicación titulado “Esta es la verdad”. En este se indica que el sector de Campoy es “un predio rústico sin habilitación urbana”, es decir, inadecuado para albergar a la comunidad.
Sin embargo, El Comercio constató que el predio de más de 7.000 m2 se ubica en medio de una zona urbanizada con casas que cuentan con servicios básicos.
Otra de las premisas de la MML es que el plan de reubicación en Campoy era solo “un diseño básico que ni siquiera llegaba a ser un perfil de proyecto”. Esta afirmación, según el arquitecto encargado del proyecto Augusto Ortiz de Zevallos es “falsa e indignante”.
El también asesor en temas urbanísticos de la gestión de Susana Villarán mostró a este Diario los estudios y planos que se hicieron y que contaban con el aval de la comunidad shibipa.
“El suelo neto es de cerca de 8.000 m2. Y delante, entre la propiedad y el río, hay un espacio amplio y abierto destinado para áreas verdes. Esto tenía la intención de hacer respetar las costumbres de esta comunidad, que lleva un estilo de vida dirigido más hacia el exterior. Era imprescindible que esta importante comunidad no termine en unos ‘flats’ occidentales, sino que los ayude a vivir en sus costumbres. El terreno se prestaba para eso y ellos los aprobaron”, dijo.
Los funcionarios de la municipalidad, entre ellos la teniente alcaldesa Patricia Juárez, aseguraron que el terreno en Campoy carece de extensión suficiente para albergar a la comunidad. Sobre ello, el arquitecto que concibió este proyecto asegura que el predio sí podía albergar a 260 familias.
#Cantagallo: @MuniLima quería vender terreno de Campoy en el 2015 https://t.co/Wdss3AFgf3 pic.twitter.com/HrSOk4wJtV— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 5 de noviembre de 2016
—Zonificación adecuada—
El municipio de San Juan de Lurigancho indicó ayer que el predio de Campoy cuenta con dos tipos de zonificación: de comercio zonal (CZ) y de residencial de densidad media (RDM). “En ambos casos, se puede construir casas y comercios”, dijo.
Los representantes de la comunidad shipibo-konibo aseguran que todos estos cambios en el proyecto de reasentamiento generaron desconfianza y que ir a Campoy ya no era viable.
Por ello, tres de las cuatro asociaciones instaladas enviaron un comunicado ayer a la Municipalidad de Lima. La comunidad busca el cambio de zonificación de Cantagallo y plantean una reunión con el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio.
- Habla la oposición -
El regidor Augusto Rey criticó la forma como la gestión de Castañeda habría desviado el fideicomiso del proyecto Río Verde para el ‘by-pass’ de 28 de julio. “Es una argucia legal. En realidad el fideicomiso no ha cambiado. Lo que hizo es cambiar un anexo, parte del contrato de fideicomiso que definía las obras que se iban a realizar para la integración urbana”, dijo.
- Lima ya es hora -
Un colectivo de estudiantes y ex estudiantes peruanos de la Universidad de Harvard, así como los estudiantes de arquitectura de diferentes universidades del país expresaron su rechazo a la actual gestión municipal con la campaña #Limayaeshora.