Solo en enero de este año se logró recuperar más de 273 toneladas de recursos hidrobiológicos extraídos y comercializados de forma ilegal, según los reportes de la central de monitoreo del Ministerio de la Producción (Produce). El director general de Supervisión, Fiscalización y Sanción en Pesca y Acuicultura de Produce, José Romero Glenny, informó que desde que se creó la central de monitoreo, en el 2015, las multas por estas prácticas han disminuido de 6.000, en el 2016, a menos de 2.500 sanciones en el 2019.
“Las sanciones que se aplican dependen de la cantidad del recurso. Nosotros atendemos básicamente las sanciones administrativas o de suspensión en caso de embarcaciones reincidentes. El artículo 308 A y B [de delitos ambientales del Ministerio del Ambiente] establecen penas privativas de la libertad para aquellas personas que extraen recursos hidrobiológicos en cantidad y en talla indebida, así como en tiempo de veda. Las sanciones pueden llegar hasta 8 años de prisión”, explicó.
A través del Centro de Control del Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT), Produce supervisa a más de 1.500 embarcaciones nacionales y de bandera internacional que realizan actividades de pesca en aguas adyacentes y fuera del dominio marítimo peruano.
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Monitoreo de las embarcaciones de pesca
El director de Fiscalización, José Romero, detalló que al año decomisan unas 13 mil toneladas recursos obtenidos ilegalmente. Sin embargo, para reducir estas cifras, existen 200 fiscalizadores realizando actividades de control en los desembarcaderos y puntos de extracción marítimos. “Realizamos operativos con la Marina de Guerra, lo cual nos permite llevar a cabo las acciones de control y verificación en alta mar, ya que más de 100 puntos de desembarque de pescadores artesanales, muelles y puntos establecidos para llevar el control de los recursos hidrobiológicos”, dijo.
Estas embarcaciones pesqueras son monitoreadas por dos constelaciones de satélites que permiten posicionar las embarcaciones cada 10 minutos. “Podemos conocer la velocidad a la que se mueve, que recursos tiene permiso para extraer, su posicionamiento y el recorrido desde que zarpó del puerto. Cuando bajan a una velocidad menor a dos nudos (millas náuticas por hora –aproximadamente 4 km/h) es porque están realizando extracción. En las embarcaciones artesanales realizan estas actividades cada hora y en las industriales cada 10 minutos. Las embarcaciones que extraen para consumo humano directo, lo hacen cada 15 minutos”, dijo.
Produce explicó que se tiene un registro de todas las embarcaciones con permiso en el Perú. Por cada una de las pesquerías existe un punto de desembarque para su personal. El patrón se repite con las embarcaciones industriales, en todas se lleva un control, porque en las plantas donde desembarcan hay fiscalizadores. En las plantas, hay un grupo de 600 fiscalizadores.
Con estas medidas, Romero, señaló que se garantiza la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos. Además, cada cierto tiempo el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), adscrita a Produce, alimenta de información al centro de control para verificar que las vedas se cumplan. “Tenemos un programa de capacitación con pescadores estudiantes y diversos gremios. Así como los que comparten la fiscalización con nosotros como los gobiernos regionales”, agregó.
La Marina de Guerra también proporciona información para hacer seguimiento a las embarcaciones que se dedican a la pesca. En este sistema se puede ver a las embarcaciones extranjeras frente a la costa del Perú.
Especies en veda
De las más de 273 toneladas de recursos hidrobiológicos decomisados, la mayoría corresponden a especies en veda o que no cumplen con tallas mínimas para su captura. En enero se realizó una revisión con cámaras isotérmicas en puntos de control de carreteras, terminales pesqueros en Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Lima, Callao, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna.
En la ciudad Tumbes, se decomisaron 2.075 kilos de especies incluidas dentro de la temporada de veda. De ellos, 1.510 kilos corresponden a cagalo, doncella, perico, peje y galleta. Estas especies eran transportadas en condiciones poco saludables. Los otros 500 kilos fueron decomisados de centros de extracción y comercialización. Fueron rescatados y liberados a su hábitat cangrejo de manglar (las especies pesaban 99 kilos).
En Piura, se decomisaron 54.051 kilos de caballa juvenil, merluza, bonito, jurel y conchas de abanico. En Lambayeque y La Libertad se confiscaron 41.127 kilos de recursos hidrobiológicos.
En Áncash, se decomisaron 137.266 kilos de caballa, bonito, perico, chiri y jurel en puntos de comercialización. Estas especies fueron devueltas a su hábitat natural, por ejemplo, rayas en estado vivo (equivalente a 100 kilos) que fueron capturadas utilizando la modalidad de pesca chinchorro, actividad prohibida en nuestro litoral.
En Lima y Callao se decomisaron 7.523 kilos de especies que no cumplían con las tallas mínimas ni con la guía de remisión correspondiente.
En Ica decomisaron 250 kilos de bonito, 7.672 kilos de caballa, 20 kilos de pulpo, 10 kilos de camarón de río y 600 kilos de conchas de abanico. En total 8.552 kilos de recursos hidrobiológicos.
En Arequipa, se decomisaron 2.893 kilos de especies marinas capturados ilegalmente, de los cuales 1.082 kilos fueron de camarón de río.
En Tacna, se realizó un operativo conjunto con el Departamento de Medio Ambiente de la Policía Nacional del Perú y Sanipes donde se logró decomisar 20 toneladas de recursos secos, a fin de elaborar harina de pescado de forma ilegal. Además se incautó 23,5 kilos de hembras ovígeras de cangrejo peludo, especie que se encuentra prohibida de extracción y venta.
Produce resaltó que todos los recursos decomisados que son aptos para el consumo humano fueron donados a poblaciones de bajos recursos de las localidades aledañas, según indica la normativa pesquera vigente.