Una turba en Huaycán estuvo a punto de tomar de manera violenta la comisaría de este sector este jueves 1 de diciembre. El motivo: la policía había rescatado y liberado a dos personas a quienes los vecinos acusaban falsamente de ser traficantes de órganos.
“Nos jalaron a una parte más desolada porque estábamos en medio de la pista, de la carretera. Me empezaron a jalar el cabello (...) Decían que 'Te vamos a matar, traigan gasolina'. Nos querían quemar vivos”, relató entre lágrimas Ermeling Paola Cerrón Damián. Ella, junto a Luis Enrique Núñez Sánchez, fueron rodeados por un numeroso grupo de personas cuando estaban trabajando en la zona alta de Huaycán, en Ate.
Facebook: estos son los post que denunciaban tráfico de órganos https://t.co/KWsM1UcTq9 pic.twitter.com/2eZKC8Ypdn— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 2 de diciembre de 2016
“Nosotros trabajamos para la empresa encuestadora Cuánto. Nos hemos identificado con DNI y hemos estado trabajando y de un momento a otro la gente nos empezó a rodear”, comentó Núñez Sánchez.
“Justo cuando estábamos haciendo la encuesta, la gente se amotinó porque decían que en este barrio están desapareciendo niños. Ellos pensaron que éramos los responsables (...) Nosotros nos hemos identificados, pero la gente casi nos quema. (Los policías) nos salvaron con las justas”, manifestó.
Según los propios participantes de las violentas protestas, ellos actuaron así al sospechar que los dos encuestadores eran traficantes de órganos. En Huaycán estaban alerta luego que se difundieran falsos rumores a través de redes sociales de una presunta banda que había atacado a niños para quitarles sus órganos.
Los enfrentamientos, producto de esta turba que buscaba traficantes inexistentes de órganos, dejaron unos 40 detenidos, seis de ellos menores de edad. La violencia dejó daños en la comisaría de Huaycán, así como en 16 vehículos que estaban cerca y se sospecha que una bala perdida fue la responsable de la muerte de una señora a unos kilómetros de distancia del lugar de la violencia.