Muchos aseguran que el planeta nos está enviando un claro mensaje cada vez que somos testigos de los cambios que se producen en diversas áreas naturales donde la presencia del ser humano se ha visto reducida. Con el fin de seguir reflexionando sobre la relación destructiva que habíamos establecido con nuestro planeta, Alejandro y Maria Laura han decidido presentar “Sana Sana”, tema que busca reafirmar su compromiso con el cambio climático a través del arte.
“Es terrible que la única razón por la que el planeta está respirando es porque tenemos miedo. No quisiéramos que la crisis ambiental llegue de la misma forma. Debemos prevenir, no solo reaccionar ante su llegada inminente”, aseguró el dúo en conversación con El Comercio. Ambos señalan que esta canción nació a partir de la preocupación que les genera pensar sobre el futuro de su hija en el mundo. “Ella estará bien en tanto el planeta esté bien y solo lograremos eso en colectivo”, agregan.
Compromiso musical
El tema producido junto a Conservación Internacional Perú nace de la tonada que las madres hispanoamericanas les cantan a sus hijos para aliviar el dolor. Por momentos la canción muestra cercanía a la música de Joao Gilberto y al mismo tiempo tiene una sutil influencia de Frank Ocean o James Blake. A medida que avanza el tema se va transformando en un canto de demanda ante la indiferencia y poca importancia que se le otorga al calentamiento global.
Desde su hogar y respetando el aislamiento social obligatorio, elaboraron un videoclip en el que se presentan imágenes que demuestran la asombrosa diversidad que existe en nuestro planeta, la misma que se ve amenazada a partir de nuestra relación con esta. “Si no sanas hoy, quizás ya no habrá mañana” es una de las frases más resaltantes de la recién estrenada canción.
Una nueva realidad
Cuando las personas retomemos la rutina a la que estábamos acostumbrados nos encontraremos con un mundo diferente, uno que ha demostrado que quizás vive mejor sin nosotros. Desde la industria del entretenimiento, tocan asumir ciertos compromisos para no retornar a la situación anterior.
“Lo primero es generar consciencia y hacer la matemática. ¿Cuánta electricidad estamos gastando? ¿Cuánta basura estamos generando? ¿Cómo podemos minimizar el impacto o compensarlo? Y lo mismo debe preguntarse cada persona, cada quien en las actividades que realice y buscar alternativas para continuar sus actividades de forma amigable con el planeta”, señala el dúo.