(EFE)
El misterioso artista Banksy admitió hoy ser el autor de un mural callejero que representa el mundo del espionaje y que fue hallado en abril en la ciudad inglesa de Cheltenham, cerca del centro de escuchas británico GCHQ.
El mural, que apareció un domingo por la mañana, muestra a unos hombres vestidos con gabardinas y gafas oscuras junto a una cabina de teléfono con unos artilugios para escuchar conversaciones.
Los expertos en arte lo atribuyeron de inmediato a Banksy, cuya identidad es un misterio, y hoy el propio grafitero británico lo reconoció en su página digital.
En un enlace de su espacio digital reservado para preguntas y respuestas, Banksy respondió hoy con un “sí” a la pregunta de si había pintado a los espías en Cheltenham.
También dijo que lo mejor y lo peor de pintar en la calle es “tener que cometer errores en público”.
El mural, hallado en una pared de la calle Fairview, fue motivo de debate entre los vecinos de Cheltenham sobre la figura de Banksy, que suele dejar dibujos de madrugada sin que nadie lo vea.
Muestra a tres hombres con sombreros, gabardinas y gafas oscuras -perfil del espía de los años 50- junto a una cabina de la compañía de telecomunicaciones BT y con unos cables con los que intentan escuchar una conversación.
En Cheltenham se encuentra el centro GCHQ, que el año pasado fue criticado tras las revelaciones del ex empleado de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) Edward Snowden sobre el espionaje masivo de su país y el Reino Unido de conversaciones telefónicas y correos electrónicos de millones de ciudadanos.