ÓSCAR BERMEO OCAÑA
Cuatro décadas atrás, un paseo por la calle Caylloma cambió la vida de James W. Reid. Aquella tarde de 1972 adquirió una pieza artística a módico precio en una casa de antigüedades. Lo que inicialmente entendió como una obra del alemán Paul Klee escondía una revelación para días posteriores.
Su emoción por la valiosa compra fue sustituida por el asombro al saber que los verdaderos autores de la pieza textil fueron habitantes de los Chancay, cultura precolombina que se asentó en lo que hoy es el norte chico del Perú.
“Yo pensé que había adquirido un trabajo de Klee que valía miles de dólares. La revelación fue una epifanía. Desde ese momento me involucré en el estudio de estos textiles”, refiere el académico inglés.
Al avanzar en su búsqueda, se dio cuenta de que la confusión no había sido casual. Formas, trazos y el uso del color que eran los bastiones del arte moderno podían identificarse en aquellas piezas hechas miles de años atrás. “Estos textiles tienen varias características que indican su aspecto modernista. Por ejemplo, se evidencia el uso de la geometría y el realismo intelectual y no anatómico”, señala.
A diferencia de la técnica figurativa que se practicaba en distintas culturas del Viejo Continente en aquella época, nuestras culturas precolombinas rompían la simetría y dejaban florecer la subjetividad en sus piezas. “El arte clásico presentaba todo en perfecta proporción. Pero en el antiguo Perú ya se hacían estas cosas que, a inicios del siglo XX, fueron de vanguardia”, indica.
Reid destaca que las mujeres hayan estado a cargo de la mayoría de textiles. “No hay ejemplo en el mundo antiguo de una herencia artística tan importante de las mujeres como estos textiles”, anota.
Mientras los hombres se dedicaban a la cerámica, con mayores pretensiones figurativas, las mujeres en los textiles olvidaban las proporciones exactas. PROMOTOR CULTURALDesde hace varios años, Reid postula la teoría de que el arte precolombino peruano constituye la base de lo que se entendería siglos después como arte moderno.
Ha sido invitado a diversos foros internacionales, donde levanta la voz en nombre del valor artístico de los textiles preíncas. “El tema que fascina a la gente es que la producción se realizó aun cuando estos artistas estaban aislados de influencias de otras culturas y estéticas como la griega”, explica.
De pronto, mientras revisa las páginas de su libro dedicado a este tema, se detiene en la réplica de una conocida obra de Andy Warhol. “En los 70 la gente lo celebró, entre otras cosas, por sus composiciones con imágenes en serie. '¡Oh qué original!', decían. Yo tenía que reírme, porque los textiles del antiguo Perú están repletos de imágenes en serie”, dice. Entonces, pasa la página y deja ver la réplica de un manto que presenta 900 imágenes de un ser mitológico.
Dice que ha tenido que soportar la hostilidad de parte de sectores académicos de Nueva York que quieren encasillar los textiles en productos utilitarios.
Para Reid, más allá de la función para la cual fueron fabricados, en ellos hay vida. En los textiles precolombinos Reid encontró algo más que arte. Encontró la razón de su vida.
RECONOCIMIENTOSEl arqueólogo y peruanista inglés es autor de 17 investigaciones dedicadas a nuestro país. Su trabajo como promotor de nuestra cultura prehispánica le valió diversos reconocimientos. El 1 de julio del 2011 fue distinguido por el Ministerio de Cultura como personalidad meritoria del quehacer cultural. LIBROSEn los años 80 publicó “Arte textil del Perú”, que fue presentado por el presidente Fernando Belaunde y prologado por Mario Vargas Llosa, Luis Lumbreras y Fernando de Szyszlo.