Noche de paz, noche de amor, reza una de las canciones de Navidad más famosas de todos los tiempos.
Esos versos que se entonan cada temporada navideña nacieron en alemán hace casi 200 años, en un pequeño pueblo de Salzburgo, en Austria.
Joseph Mohr, autor de la letra, era sacerdote en la localidad de Oberndorf y le pidió a Franz Gruber, un maestro de la escuela local, que compusiera la música.
En la Navidad de 1818 la canción fue interpretada por primera vez ante el público en la iglesia de San Nicolás: Mohr cantaba y Gruber lo acompañaba con la guitarra.
La iglesia donde se presentó el célebre villancico ya no existe: fue demolida a principios del siglo XX tras sufrir una inundación.
Pero en su lugar se erigió la Capilla Memorial Noche de Paz, en homenaje al cura y al maestro que crearon la canción.
GUITARRA Stille Nacht, tal es su título original, trascendió aquella primera actuación y se hizo tan popular en todo el mundo que fue declarada patrimonio intangible de la humanidad por la Unesco en 2011.
Hoy en día, y especialmente en diciembre, llegan turistas de todo el mundo a visitar la capilla de Oberndorf.
También van hasta otros lugares que están relacionados con la canción, como la casa del pueblo de Hallein donde vivió Gruber hasta su muerte, que acaba de reabrirse al público como museo.
Allí, una de las estrellas de la colección es la guitarra con la que Noche de Paz fue tocada por primera vez.
A Joseph Mohr le gustaba tocar la guitarra, y cuando le dio la canción a Franz Gruber para que compusiera la música insistió en que debía ser para guitarra, algo extraordinario para 1818, un cura tocando una guitarra era algo completamente inusual, le explicó a la BBC Brigitte Winkler, guía de la casa museo de Gruber.
La melodía que brotó de aquella guitarra sigue sonando y los versos, traducidos a más de 140 idiomas, reviven cada año la canción que se oyó por primera vez en aquel pequeño pueblo austríaco.