Sus ritmos y colores han acompañado por años a los viajantes de la Vía Expresa. Lejos de polucionar visualmente la ciudad, las ondas de color del mural diseñado por el artista plástico Ricardo Wiesse (Lima, 1954) nos remiten a los paisajes del desierto y del mar de la bahía limeña. Habitantes como somos del desierto y del Pacífico, estos paisajes son parte de nosotros, nos definen.
Sin embargo, la última restauración de esta monumental obra fue realizada en 1997. Desde entonces, sin mayor mantenimiento, uno de los patrimonios artísticos más valiosos de Miraflores, ha ido deteriorándose lentamente, hasta alcanzar el lamentable estado en el que hoy se encuentra: solo el 30% de la obra continúa incólume.
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Por años, la posibilidad de restaurar el mural de 7 mil metros cuadrados se consideró inviable al entenderse que su restauración resultaría más costosa que reconstruirlo desde sus bases. Para resolver el problema, Roberto Boyle Castelli, gerente de Cultura y Turismo, con el respaldo del alcalde miraflorino Luis Molina, buscó el apoyo de la empresa privada y nos devuelve el entusiasmo. Así, con una inversión calculada en S/.800.000, el proyecto de restauración cuenta con el apoyo de la empresa de cerámicos San Lorenzo, que aportó los 15 mil metros cuadrados de piezas cerámicas que él artista necesita. Otras empresas similares han facilitado materiales como el cemento y los andamios. Y más apoyos privados empiezan a sumarse.
Como explica el propio artista, para la reconstrucción integral se deberá recorrer la obra palmo a palmo, e ir pulsando el material por desprenderse. Descartadas las zonas desprendidas, se deberá colocar en su lugar material nuevo. Más allá de lo titánico del esfuerzo, la preocupación de Wiesse tiene que ver con lograr conseguir los colores de los cerámicos utilizados originalmente, cuando el mural fue construido en la gestión de Alberto Andrade. Por ejemplo, los rojos, azules y negros, piezas claves en la concepción de la forma y los ritmos de esta obra monumental, son colores de baja producción fabril. Felizmente, tras negociar con las empresas donantes, se han garantizado los tonos necesarios para empezar las obras lo antes posible.
Como señala Boyle, el proyecto prevé iniciar los trabajos en abril y concluirlos poco antes de la inauguración de los juegos Panamericanos, el próximo 26 de julio. Como sucedió en la obra original, el artista liderará un grupo de 20 personas, con la idea de una contratación suplementaria de obreros si es necesario acelerar las obras. “En este primer grupo, la mitad son trabajadores veteranos de la obra original, algunos provienen de talleres de artesanos de Ayacucho. Es un núcleo de mucha confianza para mí, y que va a asegurar que la obra se realice en los plazos que estamos estableciendo”, afirma.
Por supuesto, siempre está la expectativa de que otros distritos sumen esfuerzos para que la obra alcance la Plaza Grau, en el Centro de Lima. “Eso sería extraordinario. Comenzamos el trabajo en Miraflores pensando en los Panamericanos, pero podríamos terminar toda la Vía Expresa pensando en el Bicentenario”, opina el funcionario cultural.
El artista coincide: “Una vez que nosotros tenemos la maquinaria funcionando, sería un desastre apagarla. Tengo la esperanza de que la ciudad se entusiasme para que esta obra prosiga. Siento íntimamente que esta obra funciona, no estoy tentando a ciegas, sino que camino sobre suelo firme”. Para Wiesse, la restauración de su obra es la reafirmación de que el paisaje abstracto que acompaña los muros de la vía expresa es una propuesta visual cuya necesidad sigue vigente para los limeños. “Yo lo que quiero es contribuir a una formación visual del transeúnte, del espectador. El arte abstracto es, básicamente, una confrontación con los estímulos que tiene al frente. Se trata de despertar la sensibilidad dormida de la gente”, añadió el artista.
Organizada por la Municipalidad, una nueva exposición de su obra se inaugurará en la remozada sala Luis Miró Quesada Garland, coincidiendo con la temporada de los Panamericanos y la conclusión de las obras de restauración en la Vía Expresa.