Esta historia comienza con una traición. Será una deslealtad en apariencia justificada, de las que plantean complejas preguntas morales, pero una traición al fin. Roberto Ocmin descubrió su pasión por el cubo de Rubik en un salón de clases a finales del 2010. El juguete estaba en las delicadas manos de su amiga. Ella jugaba con el objeto por debajo de la carpeta, eludiendo la vigilancia del profesor.
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Él tenía 19 años, estudiaba márketing y se animó a decir lo que había estado pensando todo el día desde que vio a su amiga. “¿Me prestas tu cubo? Quiero aprender a armarlo. Mañana te lo traigo”. Ocmin cumplió la mitad de su promesa. Ese mismo día llegó a su casa y se quedó armando y desarmando el cubo hasta las 5 de la mañana. A partir de entonces, el mundo para Ocmin tendría forma de cubo. Se convirtió en campeón nacional durante varios años, conoció a una comunidad que se reunía solo para armar cubos, hablar de cubos, pensar en cubos, intercambiar cubos.
Hoy Roberto tiene 29 años, dos tiendas dedicadas a la venta exclusiva de cubos de Rubik y calcula que mensualmente vende un promedio de 600 unidades cada mes. Mientras cuenta la historia de su iniciación en este mundo, él juega con el cubo y parece un mago haciendo trucos de cartas, el sonido es similar a cuando se barajan los naipes y el resultado final deja boquiabierto a más de uno.
–Mágico y famoso–Si el cubo de Rubik fuera un actor de cine, sería como Edward Norton: exitoso, en sus cuarenta, con fama de complicado, popular internacionalmente, y con el registro de haber aparecido en varias películas famosas, series de televisión, comerciales y cintas animadas. Su alcance es tan grande que se considera que a la fecha se debe haber vendido cerca de 400 millones de unidades. La estimación es de la revista “Time”, que colocó al juguete en una lista de los productos más vendidos de todos los tiempos, junto con el Toyota Corolla, el Play Station y las películas de “Star Wars”.
Para la diseñadora y fanática del cubo Teresa Francke, esta pieza tiene mala fama. “Se cree que es un juguete para personas muy inteligentes y eso espanta a algunos de intentar armarlo. Eso no es verdad, es un gran objeto, ayuda a desarrollar la mente, es muy divertido y barato. A mí me ha cambiado la manera de ver el mundo y de pensar. Una vez que entiendes que es un objeto que existe en tres dimensiones se le abren muchas puertas a tu cerebro. Ahora hay tutoriales en Internet que te enseñan a armarlo”, explica.
–De la sala de arte al Mundial–El artista Renzo Gamonet ha usado la figura del cubo en sus trabajos, pero resolverlo es aún una tarea pendiente. “Creo que es genial, permite hacer varias cosas. Incluso había pensado en usarlo como si fueran píxeles para hacer imágenes, pero ya hay artistas que lo hacen. Lo he usado en mis trabajos porque hago arte pop y hay pocas cosas tan pop como el cubo de Rubik”, señala.
El Perú tiene dos grandes representantes internacionales en las competencias de armado de cubo de Rubik: los hermanos Gianfranco y Juan Pablo Huanqui. El primero tiene 20 récords continentales y tres mundiales, mientras que el segundo es el actual campeón mundial en la categoría Megaminx, en la que se resuelven dodecaedros. Ambos se encuentran en estos momentos en Melbourne, Australia, participando en el campeonato mundial de este año.