Una exposición con 36 grabados sobre diversas tragedias o hitos de ruptura que ocurrieron en 1992. Piezas que despertaron las observaciones del ministro de Cultura, Salvador del Solar, y que generaron la salida de Guillermo Nugent de la dirección del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM). Sobre esta situación, reacciones críticas a favor o en contra van y vienen.
Jorge Villacorta, curador y crítico de arte, afirma a El Comercio sobre la exposición “Resistencia visual 1992. Carpeta colaborativa”: “Soy una persona de los años 70 y 80. He sido testigo de muchas exposiciones con materiales similares a los expuestos en el LUM. Para mí, estos materiales quedan artísticamente validados cuando han tenido una circulación pública. Es decir, puedo imaginar esta carpeta circulando durante un lapso de tiempo, y luego se realiza una muestra de esta carpeta una vez que culminó su itinerario, historizándola. Lo que me parece raro –y ahí hay una pregunta que le haría a Karen Bernedo, la curadora– es hacer una muestra prenatal de una carpeta que tiene más de activismo que de otra cosa, porque lo que ella ha puesto en su texto es que la itinerancia y el desborde son el ánimo de la carpeta. Entonces, ¿por qué elegir primero presentar la carpeta en una institución? Ella ha creado un museo que es el epítome del activismo –que es el Museo Itinerante Arte por la Memoria, por el que yo la admiro mucho–”.
Asimismo, Villacorta brinda esta opinión sobre el manejo del LUM: “Cuando fui miembro del equipo curatorial del LUM con Natalia Iguiñiz, Ponciano del Pino y Víctor Vich, yo sugerí que el LUM permitiera en sus espacios de exposiciones temporales que otros lugares de la memoria del Perú presenten sus historias, sus programas o sus luchas. Me parecía que el LUM debía ser una institución madre de otros lugares de la memoria que están en peligro de desaparecer. Es más, muchos han desaparecido porque los gobiernos regionales los dejan de financiar y estos se anulan. ¿Pero qué ha pasado? El LUM no ha hecho eso en ningún momento”.
—Arte y debate—
En un mensaje, el ministro Del Solar señaló: “[...] La muestra despedía una clara sensación general de sesgo que no se corresponde con la que habíamos acordado buscar para el LUM”.
Al respecto, Carlos Zevallos, antropólogo visual y curador de arte, comenta: “Es una fórmula retórica para tratar de plantear que tiene algún sentido el pedir la renuncia del director del LUM. Es una jugada discursiva. Pensar que una muestra artística está exenta de un punto de vista es algo que no tiene mucho sentido”.
Zevallos continúa: “La exposición que proponen la curadora Karen Bernedo y los artistas tiene una posición sobre el fenómeno de la violencia política y una carga activista muy fuerte. Es decir, tiene una posición clara, específica y explícita sobre este fenómeno en la dictadura de Fujimori. Lo que le falta al Ministerio de Cultura es una actitud de gestión cultural y artística. En cambio, lo que tiene Salvador del Solar, quien es un representante del gobierno de PPK, es una actitud de gestión de riesgos y de conflictos; lo que quiere es evitar que este gobierno –que tiene muchos problemas con la oposición– entre en discusiones con el fujimorismo en el ámbito de la cultura y el arte. Mi impresión es que hay una confusión de funciones en el Ministerio de Cultura, que quiere evitar que el arte genere este tipo de discusiones”.
No obstante, Zevallos también es crítico de la muestra: “Pienso que la exposición tiene algunas taras y vacíos en términos de mediación con la audiencia, y propone un activismo en una institución que desde hace tiempo busca abrir un espacio no activista. Pero a pesar de sus fallas, al solicitar la renuncia del director del LUM, ese es otro tipo de gestión, uno que quiere evitar una pelea, una llamada de atención u otro tipo de cosa”.
Por su parte, Gustavo Buntinx, también curador, opina: “Es un error pensar que la concesión y el apaciguamiento pueden contener las exigencias cada vez más prepotentes de las fuerzas del autoritarismo en nuestro país. Ahora los nostálgicos de la dictadura van a pedir la decapitación de la muestra y, finalmente, la castración del LUM. Aprendamos de una vez que las banderas de la democracia, la verdad histórica y la libertad no pueden ser negociadas”.