Con cerca de veinte años trabajando en el Museo de Arte de Lima (MALI) y quince de ellos como su directora, Natalia Majluf se embarca ahora en un proyecto que busca humanizar más la ciudad: el desarrollo de un circuito peatonal que permita disfrutar la rica oferta cultural del Centro de Lima.
Has dicho anteriormente que el MALI es un islote en la trama urbana.El problema en esta zona de la ciudad es que, siendo un eje de diversos recorridos peatonales, no hay ninguna consideración para el peatón, que es una víctima de una mala planificación urbana. Las vías grandes que se abrieron hace mucho tiempo, las avenidas Garcilaso y Colón, han ido transformando el uso del espacio público y ahora es vital pensar en esto porque va a iniciarse la construcción de la estación central de las líneas 2 y 3 del metro de Lima. Estamos concertando una cita con la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico para planificar, porque vamos a construir la ampliación del museo en ese eje y va a colindar con la estación. Cuando en la esquina de Colón con Garcilaso se crucen la línea 2 y 3, y la estación sea usada también por quienes se transportan en el Metropolitano, va a haber un enorme flujo peatonal. Tenemos que recuperar la calidad de los espacios públicos en este sector que es la puerta de entrada al Centro Histórico.¿Cómo es tu sueño de esta ruta peatonal MALI-Rímac?Surge de la frustración de ver que Lima tiene un enorme potencial turístico y que este eje que empieza en el Parque de la Exposición y termina en el Rímac concentra la mayor cantidad de instituciones culturales y de lugares de interés histórico, pero no existe como espacio de esparcimiento. Esto, bien desarrollado, puede ser una alternativa al malecón de Miraflores. Imagino un espacio donde la gente pueda usar los parques, caminar en familia o alquilar una bicicleta e irse al Rímac. Está el Museo de Artes y Tradiciones Populares, por ejemplo, el Museo Andrés del Castillo, el Museo del BCR, la plaza San Martín, la Plaza de Armas, la Catedral, la iglesia de Santo Domingo, el Centro Cultural de San Marcos, la Casa de la Literatura. No es posible que la visita a Lima sea comer e ir a Larcomar. Lima tiene muchísimo más que ofrecer: museos, sitios históricos, una ciudad interesantísima desde el punto de vista monumental.
Pero que es hostil.Y que no está desarrollada como producto turístico. No tiene buenas guías ni iluminación adecuada o ejes peatonales protegidos. Yo recomendaría un concurso de urbanismo para pensar cómo desarrollar esta zona de la ciudad: desde puentes peatonales hasta pasos a desnivel, y peatonalización de calles críticas en ese recorrido. A Lima le falta vida pública, le falta calidad de vida. Se piensa en el metro como una ruta subterránea, cuando en realidad es una forma de transporte que genera un movimiento en superficie y nuevas dinámicas peatonales, y eso es algo que no está siendo abordado con seriedad. Los peatones necesitan tener recorridos agradables, humanos.¿Es la gran oportunidad que no debemos perder?Exactamente. Este es un espacio con un enorme potencial truncado por un diseño urbano que no ha tomado en cuenta ni la integración de distintos sectores ni los recorridos peatonales. La ampliación del museo, diseñado como un espacio público integrado a la vía urbana, que es el proyecto que ganó porque el jurado percibió que esa era la apuesta, es un proyecto que no va a alcanzar el potencial que tiene en sí mismo si no está acompañado de un proceso más amplio de repensar toda esta zona: el Parque de la Exposición en particular y su integración a un circuito mayor.Llevas ya veinte agotadores años de labor en el MALI. ¿Te ves veinte años más en el museo?No.