Se ha vuelto casi un lugar común hablar del éxito del cine nacional en la taquilla. Pero un balance del cine peruano estrenado comercialmente en el 2014 no se puede quedar en eso: las películas, felizmente, no son su taquilla, ni la cantidad de personas que las fueron a ver.
Y, además, da para hablar de cintas nacionales. De las buenas y la malas, de aquellas que perfilan una personalidad muy definida como de aquellas que explotaron el género de manera más o menos efectiva. Vamos, pues, con el repaso.
LAS BUENASDos cintas destacaron claramente de las estrenadas comercialmente: “El mudo”, de Daniel y Diego Vega; y “El elefante desaparecido”, de Javier Fuentes-León. Ambas son muy distintas: los hermanos Vega depuran situaciones y formas de actuación para mostrar un mundo donde la corrupción es la regla y en donde aquellos que luchan contra ella no tienen nada que hacer. “El elefante...”, por su parte, usa códigos genéricos claros (el cine negro) para abrir incógnitas y sensaciones en cada una de sus imágenes, y que tienen que ver con la memoria, el dolor del recuerdo y la creación artística. Y hay que decir que ambas son pasos adelante en las carreras de sus directores.
Tráiler de “El mudo”
-
Tráiler de “El elefante desaparecido”
-
EL AÑO DEL GÉNEROLa comedia y el terror han dado réditos económicos, sin duda. “A los 40”, “Secreto Matusita” y “Viejos amigos” han sido las películas peruanas más exitosas del año. Lamentablemente, ninguna de ellas obtiene resultados satisfactorios. “A los 40”, la ópera prima de Bruno Ascenzo, siente la necesidad del meter ‘chongo’ por meter ‘chongo’, y los momentos que podrían darle a la cinta un mayor peso son siempre cortados por el chiste o chascarrillo de algún personaje, sobre todo el de Carlos Alcántara.
“Viejos amigos”, a su vez, resulta más una acumulación de situaciones que una cinta que genere un ritmo a partir de la aventura de tres viejos por las calles del Callao; lo cual se hace evidente sobre todo en la primera parte de su metraje.
“Secreto Matusita”, por su lado, aplica la fórmula del ‘found footage’ pero sin aportarle nada nuevo y repitiendo todas y cada una de sus convenciones hasta el cansancio. ¿El resultado? Quizá (junto con “F-27”, un ejemplo de ‘thriller’ que nunca consigue generar tensión a través de su propuesta) la peor película peruana del 2014.
DE INTERÉSSin ser grandes cintas, pero con méritos parciales, podemos encontrar a “Perro guardián”, “Gloria del Pacífico” y “El vientre”. Las tres son irregulares, imperfectas, pero consiguen, por momentos, transmitir cierta tensión (la primera y la última), como también un tono elegiaco a partir de hombres puestos en una situación inmanejable.
Cabe destacar también algunos filmes que no se estrenaron comercialmente, pero que tuvieron su exhibición en festivales o muestras paralelas. “Microbus”, de Alejandro Small; “5”, de Eduardo Quispe; y “Extirpador de idolatrías”, de Manuel Siles; entre otros, forman parte de un cine peruano que también existe.