(Los Angeles, EFE)
Coincidiendo con el 25 aniversario del fallecimiento de Bette Davis, la cadena PBS ha desempolvado una entrevista extraviada de la legendaria actriz cuyas opiniones incomodaban tanto a Hollywood como seductora resultaba su enigmática mirada.
En su serie de internet “Blank on Blank”, la cadena pública estadounidense recuperó la conversación que en 1963 Davis mantuvo con la periodista Shirley Eder, en la que la diva de la gran pantalla volvía a demostrar que no tenía pelos en la lengua.
“Siempre he dicho lo que he pensado aunque te dicen que en Hollywood uno no puede hacer eso”, aseguró la intérprete que consideraba “agotadora” la hipocresía en esa industria.
“Creo que se puede ser respetado en Hollywood diciendo la verdad, como en cualquier otra parte, o yo no habría tenido una carrera”, manifestó la actriz que falleció de cáncer el 6 de octubre de 1989 en Francia.
Davis atesoró 11 candidaturas al Óscar a mejor actriz y ganó dos estatuillas, por “Dangerous” (1935) y “Jezebel” (1938).
Y mantuvo contenciosos con los estudios, como fue el caso de Warner Brothers para quien trabajó entre 1932 y 1949, tiempo en el que rodó 52 películas.
Intentó romper ese contrato, convencida de que la compañía le ofrecía papeles que no estaban a su altura y el caso llegó a los tribunales, donde Davis vio como los jueces le daban la espalda.
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“Las mujeres son parte esencial del cine pero los guionistas no escriben sobre mujeres. Creo que están muy perplejos sobre la situación de la mujer”, apuntó la actriz que consideraba abiertamente que la inteligencia era “un terrible obstáculo” para la mujer en los negocios y en la vida privada.
“Creo que en los negocios es aún peor porque hay un profundo resentimiento por parte de los hombres. Todas trabajamos para hombres, son los que están al mando y creo que prefieren a las mujeres que no tienen la capacidad de pensar por ellas mismas. Uno puede crearse más enemigos como mujer con cerebro, pienso, entre el sexo opuesto”, declaró entre risas.
Davis veía la actitud de los hombres en la década de 1960 como retrógrada y no dudaba en afirmar que los varones tenían “que cambiar una barbaridad” y entender que la mujer había dejado de ser una mera acompañante en segundo plano.
“Pienso que millones de mujeres están muy felices de ser ellas mismas. Están tan aburridas con toda esta historia de intentar ser poca cosa cuando ya esa realidad no existe... El mundo ha superado eso de largo”, explicó.
En declaraciones a Eder, Davis no ocultó su frustración por las reticencias de Hollywood a correr más riegos porque estaban de moda determinados contenidos.
“Siempre hay esa vieja excusa aquí de que ahora no es el momento para hacer una película como esa”, dijo la actriz quien no creía que el público supiera qué era lo que quería ver hasta que no se lo ponían delante.