San Sebastián (DPA)
La edición 62 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián arrancó hoy con fuerza de la mano de “The Eaqualizer”, un violento thriller protagonizado por el Premio Donostia Denzel Washington que fue recibido con un sonoro aplauso.
Washington, de 59 años, vuelve a ponerse a las órdenes de Antoine Fuqua, el director que le brindó su segundo Oscar en 2001 por “Training Day”. Pero aquí, en lugar dar vida a un agente corrupto, toma la justicia por su mano en defensa de los más desprotegidos.
Aunque el tandem Fuqua-Washington funciona una vez más y el actor brilla dotando de humanidad a su enigmático personaje, la película -fuera de concurso- no terminó de entusiasmar a buena parte de la crítica.
Fuqua adapta la serie homónima de los 80 que protagonizó el británico Edward Woodward trasladando la acción a un Boston controlado por la mafia rusa, que ha logrado tejer un entramado corrupto a las órdenes del todopoderoso oligarca Pushkin.
El Robert McCall encarnado por Washington se presenta como un viudo solitario y extremadamente pulcro, que trabaja como encargado en un almacén estilo IKEA y lee clásicos como “El viejo y el mar” de Hemingway.
Así transcurre la primera media hora de los 132 minutos que dura el thriller, hasta que una joven prostituta con la que McCall suele coincidir en una cafetería es brutalmente agredida. Entonces, el verdadero Robert emerge para convertirse en un justiciero.
McCall cronometra al milímetro todas sus operaciones, con la cámara de Fuqua recreándose en una violencia extrema, y su reguero de sangre va ascendiendo por la cadena de mafiosos hasta obligar a Moscú a jugar sus mejores cartas.
“The Equalizer” abre así el telón de un festival que esta noche rendirá tributo a la trayectoria de Washington entregándole el Premio Donostia. Además, durante la gala la crítica internacional entregará el Gran Premio FIPRESCI a la conmovedora “Boyhood”, un drama familiar que Richard Linklater rodó a lo largo de 12 años.