El director de cine de animación japonés Hayao Miyazaki anunció su retiro de la industria del cine y la animación durante su participación en el Festival de Venecia, donde presentaba a concurso la que ahora se ha convertido en su última película, The Wind Rises.
Miyazaki, que no se ha desplazado hasta la ciudad de los canales, dejó que fuese el presidente de los estudios Ghibli, Koji Hoshino, quien comunicase la noticia. Hoshino no dio más detalles y señaló que el realizador de 72 años dará una rueda de prensa en Tokio.
El artista que participó en la ilustración de míticas series como Heidi o Marco y es autor de memorables historias de animación como Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro (2002, ganadora del Oso de Oro en Berlín y premiada con el Oscar) no acudió personalmente a presentar la película en el certamen italiano, que en 2005 le distinguió con el León de Oro por su trayectoria.
LA CINTA DEL ADIÓS A excepción de Terrence Malick, rara vez se permite que un director no acuda a uno de los grandes festivales a defender su película y algunos periodistas en Venecia especularon que la ausencia de Miyazaki podría estar relacionada con la polémica que ha suscitado Kaze Tachinu (The Wind Rises), centrada y dedicada al ingeniero aeronáutico japonés Jiro Horikoshi, el inventor de los cazas japoneses que se emplearon en la Segunda Guerra Mundial.
En la vergonzosa historia de Japón durante la Segunda Guerra Mundial los aviones Zero fueron una de las pocas cosas, de las que los japoneses podemos estar orgullosos, declaró Miyazaki en una entrevista con el diario japonés Asahi Shimbun antes de que la película se mostrara en Venecia.
Gracias a la innovación técnica y en materiales, el Zero fue mucho más maniobrable que la mayoría de los cazas aliados. Durante el ataque de Pearl Harbor en 1941, Japón consiguió causar importantes daños a los estadounidenses, antes de que los aliados superasen en técnica y en táctica a este aparato. A partir de 1941, cuando ya comenzó a perfilarse la derrota de Japón, estos aviones se emplearon para los ataques kamikaze.
LAS CRÍTICAS A SU ÚLTIMO TRABAJO Miyazaki ha señalado que con The Wind Rises ha querido honrar el genio extraordinario de Horikoshi. En su opinión, la ultraderecha abusó del Zero para exaltar su patriotismo y para compensar su complejo de inferioridad y es por ello que con esta película ha querido usurparle a Hirokoshi de sus manos. La ultraderecha arremetió contra el director de anime, calificándolo de antijaponés y traidor.
Considerado el Walt Disney japonés, Miyazaki se ha manifestado en contra de las intenciones revisionistas del pacifismo japonés que impulsa el actual primer ministro conservador, Shinzo Abe. Con The Wind Rises, su película más próxima a realidad, retrata el Japón de entreguerras haciéndose eco de la gran depresión, y el devastador terremoto de Kanto en 1923.
Pacifista convencido tal como demostró en anteriores trabajos como Nausicaa o La princesa Mononoke, con esta película Miyazaki muestra a un ingeniero que no puede pilotar por su miopía pero sueña con construir el mejor avión, un sueño del que se apoderan los militares.
El título viene de un poema del francés Paul Valéry (Le vent se lève, il faut tenter de vivre, algo así como el viento se levanta, tenemos que intentar vivir), que se lee en una novela de Tatsuo Hori, a quien también está dedicada la película.
En Venecia la película de Miyazaki no despertó tanto entusiasmo como anteriores trabajos suyos, donde la fantasía y el mundo de los relatos infantiles están más presentes.
En la competición se mostraron asimismo Parkland, el debut de Peter Landesman que ofrece un nuevo enfoque sobre el asesinato de Kennedy en 1963, así como la griega Miss Violence, un duro drama sobre abusos familiares e incestos que firma el griego Alexandros Avranas.