ALFREDO ESPINOZA FLORES @alfred_espinoza
Si existe el destino, Heath Ledger le sacó la vuelta. Como una premonición de un final adelantado, el actor dejó la mejor de sus actuaciones para cerrar con broche de oro su corta pero exitosa carrera.
El artista ganó prácticamente todas las nominaciones a Mejor actor secundario que obtuvo por su papel del Guasón en “Batman: el caballero de la noche”. No era para menos. Tiempo después de su muerte a causa de una sobredosis accidental con pastillas, su padre reveló la existencia de un diario personal exclusivo para la creación de dicho personaje. Un libro con notas, dibujos, fotografías y cómics de payasos.
En el documental “Demasiado joven para morir”, Kim Ledger puso en evidencia la obsesión de su hijo por interpretar el mejor papel de su vida. Un mes encerrado en un cuarto de hotel fue el sacrificio. En soledad, practicar esas risas malévolas, esa voz tétrica. Una simbiosis que rindió el mejor de los frutos en la pantalla grande. Siempre con Malcolm McDowell de “La Naranja Mecánica” como su gran referente.
Ledger había contado que dormía apenas dos horas al día durante las grabaciones. Sufría de insomnio y no dejaba de tomar pastillas para el sueño.
Heath se fue el 22 de enero del 2008. Al final de dicha libreta, poco antes de último día de rodaje de la película de Christopher Nolan, escribió: “Bye, bye”. Poco después dejó de existir físicamente, pero nunca se fue de nuestra memoria.Heath Ledger en el recuerdo | Infographics
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