Hay que darle el beneficio de la duda a George Lucas, el creador de “Star Wars”. Él siempre ha reconocido buena parte de sus influencias. Con otras referencias ha optado por no explicitarlas. Es normal.
Entrevistado por el crítico de cine Leonard Maltin, Lucas le dijo: “El ímpetu original de todo fue una serie de televisión llamada 'Flash Gordon Conquers The Universe' [de 1940]. La amaba. Por ella decidí escribir mi propia ópera espacial”.
SINCERIDAD ANTE TODOEl 'déjà vu' salta a la vista. Véase el parecido de la imagen de Han Solo (Harrison Ford) y la princesa Leia (Carrie Fisher) que intentan arreglar el Halcón Milenario con la de Flash Gordon (Buster Crabbe) y Dale Arden (Jean Rogers) que tratan de reparar una nave espacial.
Otra posible influencia en la concepción de Han Solo: el desparpajo y arrojo galante de “Las aventuras de Robin Hood” (1938). En comparación con el desamparo, la inocencia y las ganas de ser disciplinado de Luke Skywalker (Mark Hamill), el resuelto contrabandista Han Solo siempre ha sido percibido como un personaje con onda, con el que uno se iría de juerga para no morir de aburrimiento.
Y hay que mencionar el romanticismo cínico de Rick Blaine (Humphrey Bogart) en “Casablanca” (1942). Los duros tienen derecho a enamorarse. Por cierto, el rechoncho Jabba estará inspirado en el señor Ferrari (Sydney Greenstreet, de presencia imponente y cara regordeta), el propietario de un club en “Casablanca”.
Más allá de las influencias, el que terminó de redondear el alma de Han Solo fue, obviamente, Harrison Ford. Nunca le pasó lo de Mark Hamill: esa maldición actoral de estar asociado para siempre a un único personaje. En la carrera de Ford abundan los papeles memorables dirigidos por grandes cineastas como Peter Weir, Roman Polanski o Steven Spielberg. Ahora hay que ver si está a su altura Alden Ehrenreich, el protagonista de “Han Solo: una historia de Star Wars”, el 'spin-off' que se estrenará este jueves centrado en la juventud del carismático mercenario que terminará siendo un noble rebelde con causa.
RECICLAR Y CREARHan Solo es indesligable de Chewbacca y del Halcón Milenario. Ellos también tienen sus referencias.
Lucas se inspiró en su perro Indiana para crear a Chewbacca. Este leal 'wookiee', además, recuerda al León Cobarde de “El mago de Oz” (1939) y al rey de los hombres-león del cómic de “Flash Gordon” (1934).
Otra influencia clave fue la historieta francesa de ciencia ficción “Valérian y Laureline” (1967). La nave espacial de Valérian evoca irremediablemente al Halcón Milenario. Y en el volumen “Empire of a Thousand Planets” (1971) de este cómic, Valérian es atrapado en un bloque de plástico líquido, lo que sería calcado en “El imperio contraataca” (1980) y su escena de Han Solo congelado en carbonita. Lucas nunca ha mencionado a “Valérian y Laureline” como una referencia. Debería. Los parecidos son demasiados.