Michael Jackson trató de persuadir a los responsables de los estudios Universal para que contaran con él como un potencial superhéroe para las películas de la productora, aseguró Dieter Wiesner, representante del artista hace 20 años.
De esta forma, el mítico cantante intentó sin éxito abrirse un camino en la industria de Hollywood proponiéndose a sí mismo para interpretar al icónico justiciero Iron Man en una hipotética adaptación al cine de los populares cómics.
Michael ya era por entonces un gran visionario sobre los derroteros que tomaría el mundo del cine en los años posteriores, pero él quiso adelantarse a la época y sorprender al público con la primera versión cinematográfica de Iron Man. Michael era un hombre ambicioso que no tenía suficiente con su privilegiada posición en el negocio de la música, por lo que soñaba con producir y protagonizar las aventuras de Tony Stark [álter ego del superhéroe] en una gran producción sin precedentes, detalló Wiesner al diario Daily Mirror.
La obsesión que el ‘Rey del pop’ sentía por los protagonistas de las novelas gráficas de Marvel no solo respondía a la gran aceptación que estos cómics tenían entre el gran público, sino también a la forma en que Michael se identificaba con la misteriosa doble vida de estos superhéroes. Por ello, el fallecido artista estaba convencido de que su futura faceta interpretativa le ayudaría a conectar con una nueva audiencia, al tiempo que le permitiría reflexionar sobre su propia existencia.
Michael estaba decidido a dar vida a Tony Stark porque sentía que no había nadie en el mundo que pudiera verse reflejado en el personaje tanto como él. Los dos tenían personalidades misteriosas, enigmáticas y hasta cierto punto infantiles. Pero sobre todo existía una gran diferencia entre sus perfiles público y privado. Esa doble vida de los superhéroes no era distinta a la propia existencia que llevaba Michael, y eso le llevaba a afrontar con ilusión un reto muy personal a pesar de su falta de experiencia en el medio, añadió su antiguo mánager.