Estar rodeado de personas no siempre evita que uno se sienta solo. Gerardo Ruiz-Miñán en “Píxeles de familia” explora la dinámica familiar a partir de la soledad, la desconexión y las crisis personales. Su ópera prima, que se estrenará mañana, cuenta la historia de una familia cuyos miembros viven juntos pero cada uno inmerso en su propio mundo.
El rodaje se hizo en el 2012. En el 2018, el filme ganó el premio a la producción y distribución de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO), del Ministerio de Cultura. Y, tras una larga espera, este año finalmente llegará a las salas de cine. Al respecto, el actor Paul Vega, quien interpreta a Polo, el padre de la familia, contó detalles de esta nueva producción nacional. “Es una historia particular en la que se ha trabajado mucho la sensación de aislamiento de cada personaje. Más que ensayos, fueron conversaciones con Gerardo sobre estas emociones”, precisó.
A propósito de su rol en la película, Vega señaló que fue un reto interesante dar vida a un personaje de acciones muy restringidas. “Es un personaje tan ensimismado, cerrado en sus propios problemas, que le cuesta expresarse. Es pensativo, no comunica mucho, pero había que aprovechar cualquier reacción para contar lo que le ocurre”, señaló el intérprete.
De igual modo, resaltó el hecho de que previamente ya ha compartido escenas en otras producciones con los miembros del elenco. “Conocerlos desde antes ayudó a que haya bastante familiaridad. Cuando uno tiene que mostrar en pantalla cómo se establecen lazos entre las personas, es importante que haya este tipo de relaciones entre los actores. Es una película distinta a lo que usualmente se ve en el cine peruano. Tiene una mirada particular sobre la familia. Gerardo ha hecho un trabajo muy personal desde la puesta en escena”, sostuvo.
-Abordar problemáticas-
En la actualidad, cada vez se habla más abiertamente sobre la salud mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado de bienestar que permite a los individuos desenvolverse competentemente en la sociedad. Al respecto, el actor afirmó tener puntos en común con su personaje y destacó la importancia de tratar estos temas en la ficción.
“En algún momento he experimentado sensaciones similares y es bueno que se hable de eso. Son situaciones que a veces la gente no verbaliza. Los que hemos pasado por ello sabemos lo que cuesta ponerlo en palabras. Pero es importante contarlo a amigos, familia o profesionales. Este proceso de asumir lo que nos ocurre es un proceso largo y a veces doloroso, pero necesario”, remarcó. Precisamente, su personaje Polo decide asistir a terapia por primera vez como una forma de aliviar su carga emocional, esa que le resulta difícil explicar.
Sobre ello, Vega destacó la importancia de dejar de lado prejuicios acerca de estos temas. “Antes no se contaban libremente estos problemas. La gente enfrentaba cierto tipo de rechazo. Ir a un psiquiatra era visto como estar mal de la cabeza pero eso ha cambiado. Me parece sano y útil recurrir a un especialista. Y no solo a eso, sino a cualquier tipo de ayuda. Podría incluso buscarse una actividad que ayude a conectarse con uno mismo”, finalizó.