Huecas, tontas, superficiales, privilegiadas, adineradas, atractivas, pitucas, distraídas. Ser rubia tiene muchos significados, tantos como los prejuicios que las rondan. La televisión y el cine se han encargado de instaurar características universales a las mujeres que tienen el cabello rubio.
Fabiola Coloma es rubia. No lo pidió, no lo deseó. Solo nació con ese color en el cabello y, por ese simple hecho, las personas creen que la conocen. “He crecido con la imagen de las chicas rubias, regias, despreocupadas. Y durante mucho tiempo creí que yo debía ser igual. Que debía ser perfecta. Luego me di cuenta que no era así. Pero el estigma de ser rubia es enorme. Como si ser rubia te colocara automáticamente en una posición social privilegiada”, señala la actriz que presentará el jueves 21 y 22 de noviembre, en el teatro Julieta el unipersonal “Las rubias también lloran”, bajo la dirección de Fernando Castro.
Una adolescente inconforme con su cuerpo, una influencer a la que no le importan sus seguidores, una emprendedora perfecta, una reciente viuda y una abuela muy activa son las protagonistas que supuestamente “lo tienen todo”. “Este unipersonal es una divertida mirada a la identidad femenina en épocas de feminismos, veganismos, reciclajes y empoderamientos; un llamado a amarnos más y juzgarnos un poco menos a pesar de los estándares que la sociedad nos impone”, explica Coloma, quie estudió economía en la Universidad del Pacífico, pero que a los 27 años decidió meterse a un taller de claun para cambiar su vida para siempre. “Cuando era chica yo sentía que debía elegir entre una carrera tradicional y que me de estabilidad económica y otra carrera, de comunicación o arte, que era lo que en realidad quería. Al final elegí lo primero. Y cuando ya estaba grande y pude pagarme mis talleres, me metí a claun, luego actuación y decidí tomarme un año sabático para disfrutar del teatro, y nunca más volví”, comenta Coloma.
Romper con el estereotipo
La chica rubia de la película de terror de los noventas siempre era la que moría primero. Era considerada parte de una utilería descartable. Pero, en 1997 apareció una rubia que era capaz de golpear traseros y salvar a todo el mundo ella sola. Buffy Summers, la protagonista de Buffy la cazavampiros rompió el molde de la rubia tonta o torpe para convertirse en uno de los personajes más admirados de la televisión y un ícono popular del empoderamiento femenino. Lo interesante es que la actriz, Sarah Michelle Gellar, quien interpretó a Buffy, no era rubia, solo su alter ego.
Los “beneficios” de ser rubia
Según la revista científica National Geographic ser rubia depende de una pequeñísima mutación genética (un cambio de letra de la A a la G entre tres mil millones de letras del ADN humano). Esta mutación “es el mecanismo biológico que ayuda a crear el color rubio de forma natural»”, afirma David Kingsley, profesor de biología en la Universidad de Stanford.
No obstante, la sociedad le atribuye tantas características a ser rubia que más que una mutación fortuita, pareciera un designio divino. “Cuando, por ejemplo, dejo olvidado algo en un restaurante y regreso y lo encuentro, mis amigos me dicen que tuve suerte porque soy rubia. Cuando nos vamos de viaje y mi maleta sale primero del avión ellos dicen que es porque soy rubia”, indica Coloma sobre las ideas que se tejen alrededor de una cabellera rubia.
Rubias de Hollywood
Marilyn Monroe
Ganadora de un Globo de Oro, su mito trasciende sus logros. Fue una de las mujeres más deseadas del mundo y su cabello rubio fue una marca distintiva en toda su carrera. Apareció en el primer número de la revista Playboy. En 1953 protagonizó “Los Caballeros las prefieren rubias”. En total rodó 15 películas.
Scarlett Johannson
Nacida en Nueva York, se hizo camino en Hollywood demostrando que no solo era una cara bonita. Demostró su talento en “The Horse Whisperer” y, sobre todo, en Lost in Translation”.
Meg Ryan
La abanderada de las películas románticas de la década de los noventas. Su escena en el restaurante de la película “When Harry met Sally” sigue siendo parte de la cultura popular.
Reese Witherspoon
Con “Legalmente Rubia”, se posicionó como la actriz más relacionada a ese color de cabello. Ha hecho muchas películas románticas y de comedia. Pero su trabajo más importante fue en Walk the line, con el que ganó el Oscar, el Globo de Oro, el Bafta y el Premio del Sindicato de Actores en la categoría Mejor Actriz.