¿Qué hacen un chef y un periodista gastronómico emprendiendo el idílico proyecto de abrir una librería? La pregunta es válida si se tienen en cuenta los bajos índices de lectoría en el Perú y la crisis mundial que atraviesa este noble negocio, pero es rápidamente contenida por Rafael Osterling y Javier Masías con una respuesta también difícil de refutar: lo que ofrece la renovada librería Babel es una experiencia. Un servicio diferenciado en cuanto a la atención, la curaduría del contenido y el espacio donde se encuentra.
Babel se ubica en la denominada Casa Inclán, hermoso predio en el cruce de las calles Coronel Inclán y Enrique Palacios, en Miraflores. Un recinto que es compartido con más negocios –un café, una joyería, entre otros–, pero en el que la librería ocupa el espacio central. Las repisas rodean una gran mesa cargada de títulos variados y ubicada frente a un amplia ventana desde la cual se ve la esquina opuesta de la intersección. Allí, el paisaje es el de un edificio a medio hacer, la ironía del encuentro con el acelerado crecimiento inmobiliario limeño.
“Esta es una casa con una historia propia, construida en los años 30. Ponte a pensar que, medio siglo antes de eso, en este lugar se estaba peleando la Guerra con Chile. Y hasta hace unos años era un hostel que luego tuvo que cerrar. Ahora los vecinos pasan por acá y nos felicitan porque le hemos vuelto a dar vida”, explica Masías sobre este acogedor multiespacio.
Esta Babel, sin embargo, no es la primera que inaugura Masías. Su proyecto original estuvo en Barranco y tuvo una vida de apenas ocho meses, aunque con una recepción bastante positiva de sus clientes. Entre los que estaba Osterling, desde luego. “A mí me encantaba lo que había hecho Javier en Babel de Barranco y me dio mucho pena que cerrara – cuenta el cocinero y dueño de Rafael, El Mercado y Felix Brasserie–. Y como somos muy buenos amigos le propuse reabrirla en algún otro lugar, encontramos este lugar y me convertí en su socio”.
DEL FOGÓN A LA IMPRENTAY aunque Osterling dice que su aporte en Babel es meramente altruista, como hombre de paladar entrenado también ha incorporado su buen gusto lector. En los anaqueles de Babel se apilan libros de todo tipo: literatura, filosofía, diseño, música, cine, moda y, desde luego, gastronomía.
“Como no tenemos un local demasiado grande, eso nos obliga a ser muy selectivos. Además, trascendemos el espacio porque trabajamos buscando los pedidos que hagan los clientes. Hacemos una labor de boutique”, explica Masías sobre la dinámica que han implementado y que por ahora parece funcionarles a la perfección.
Desde luego que también es inevitable poner los pies sobre la tierra y prestarle atención al cada vez más grande número de librerías que cierran en diferentes países. Masías, sin embargo, pone matices a esa tendencia. “Lo que está ocurriendo en todo el planeta es que mientras las grandes superficies de venta de libros están cerrando, empiezan a aparecer más librerías como esta. Son espacios adonde los lectores acuden para obtener recomendaciones muy específicas sobre autores, tendencias, temas. Y si valoras ese tipo de experiencias, probablemente tengas tanta fe en este negocio como la tengo yo”, señala el periodista.
Tanto Osterling como Masías han hecho una pausa en sus labores culinarias para cultivar este espacio con el cariño y la atención que merecen. En esa línea, prometen también animarlo con próximos recitales, presentaciones de libros, así como actividades artísticas y musicales.
EN DETALLE-Además de la librería, la Casa Inclán acoge al vivero Plantique, la joyería 5 Galería, el café Zara Alanya y el estudio de diseño de interiores Seyo.-Babel se ubica en la calle Coronel Inclán 300, Miraflores. Su horario de atención es de 11 de la mañana a 8 de la noche. Abre todos los días.